OPINIÓN DEL LECTOR

Bibliotecas

En relación con el escrito publicado en esta sección el pasado 22 de junio bajo el título Uso restringido de la biblioteca referido a la biblioteca municipal de Mislata, la Associació Valenciana d'Especialistes en Informació estima oportuno hacer estas consideraciones:

1. Las bibliotecas públicas tienen por misión fundamental contribuir a garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso a la información de todos los miembros de la comunidad a la que prestan sus servicios, a fin de que todos tengan cubiertas de la mejor forma posible sus necesidades de información para el estu...

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En relación con el escrito publicado en esta sección el pasado 22 de junio bajo el título Uso restringido de la biblioteca referido a la biblioteca municipal de Mislata, la Associació Valenciana d'Especialistes en Informació estima oportuno hacer estas consideraciones:

1. Las bibliotecas públicas tienen por misión fundamental contribuir a garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso a la información de todos los miembros de la comunidad a la que prestan sus servicios, a fin de que todos tengan cubiertas de la mejor forma posible sus necesidades de información para el estudio, el trabajo o el ocio, en las actividades cotidianas. Por ese motivo, el Parlamento Europeo otorga un papel esencial a las bibliotecas en la construcción de la Sociedad de la Información.

2. En ese sentido, las bibliotecas públicas son o deberían ser al mismo tiempo proveedores de información, animadores culturales y formadores en el uso y aprovechamiento de los recursos informativos. Así deben exigirlo los ciudadanos a los poderes públicos.

3. El legítimo derecho de los estudiantes a disponer de espacios de estudio no puede menoscabar la capacidad de las bibliotecas públicas para cumplir sus obligaciones fundamentales. Y si esto ocurre habrá que exigir a la Administración soluciones alternativas, como la ampliación de horarios de colegios e institutos para que sus aulas sean aprovechadas por los estudiantes más allá del tiempo lectivo.

Los ciudadanos no deben permitir que las bibliotecas públicas se reduzcan a meros almacenes de libros, a salas de estudio o a guarderías. No es ésa su misión. Y resulta entristecedor que la sustitución en Mislata de una antigua agencia de lectura por un bingo para la tercera edad no despertara el mismo interés que los hechos que han motivado la carta referida al comienzo.

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