Ericsson venderá su única planta de producción de móviles en España

La drástica medida tomada en Zamudio es consecuencia de la crisis general del fabricante sueco de equipos de telecomunicaciones, que ya anunció en abril la eliminación de 17.300 trabajadores (el 16% de su plantilla mundial) para recuperar la rentabilidad perdida, que en el primer trimestre de este año se redujo un 89%: alcanzó unos beneficios de 11.000 millones de pesetas frente a los 109.000 que ganó en los primeros tres meses de 2000.

Ericsson inició en 1993 su inversión en la planta de Zamudio, donde fabrica módulos para terminales móviles y realiza labores de I+D, a través de una pa...

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La drástica medida tomada en Zamudio es consecuencia de la crisis general del fabricante sueco de equipos de telecomunicaciones, que ya anunció en abril la eliminación de 17.300 trabajadores (el 16% de su plantilla mundial) para recuperar la rentabilidad perdida, que en el primer trimestre de este año se redujo un 89%: alcanzó unos beneficios de 11.000 millones de pesetas frente a los 109.000 que ganó en los primeros tres meses de 2000.

Ericsson inició en 1993 su inversión en la planta de Zamudio, donde fabrica módulos para terminales móviles y realiza labores de I+D, a través de una participación minoritaria en la compañía Indelec, que en 1996 pasó a controlar al 100%. En la actualidad, la fábrica vizcaína proporciona empleo a 440 personas, de las que 350 son trabajadores fijos y otros 90 eventuales.

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'La situación actual del centro de Bilbao, con insuficiente y decreciente carga de trabajo, imposibilidad de buscar nuevos proyectos especiales dentro de Ericsson y capacidad de fabricación insuficiente frente a los grandes fabricantes subcontratistas, no asegura su futuro dentro de la compañía a largo plazo', justificaron ayer sus responsables. El pasado año, la factoría de Zamudio facturó 22.000 millones y las previsiones para este año rondan casi la mitad, entre 12.000 y 15.000 millones.

El consejero delegado de Ericsson España, Ingemar Naeve, aseguró que la decisión de la venta ha sido anunciada al Gobierno vasco y al comité de empresa, y que ayer mismo tenía previsto comunicarlo al conjunto de la plantilla. Naeve admitió que los 90 eventuales perderán con toda probabilidad su empleo y dijo que la compañía pretende asegurar la continuidad de los 350 trabajadores fijos. 'Se hará un proceso ordenado, pactado y no conflictivo', manifestó. El directivo de la multinacional sueca afirmó que se mantienen contactos con varios socios, cuya identidad eludió revelar, y mostró su esperanza en cerrar un acuerdo antes de tres meses. La intención es mantener una participación en la futura nueva empresa y apoyar que la planta continúe en el mercado.

La venta de la única fábrica en España forma parte de la nueva estrategia de Ericsson de dedicarse a sus negocios más rentables, como el suministro de infraestructuras o equipos a los grandes operadores de telecomunicaciones, y a la inminente alianza con Sony, que será oficial el próximo 1 de octubre. Las pérdidas en el sector de la telefonía móvil -sólo en el primer trimestre fueron de 5.700 millones de pesetas- han llevado a la compañía a la subcontratación de la fabricación de estas unidades a un grupo estadounidense con sede en Singapur.

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