Élena, luz de esperanza
Por esas cosas que nunca se acaban de entender, a Élena le ha tocado ser la gran esperanza blanca de la música pop que se hace en Barcelona. Bien, sí se pueden entender las razones que llevan a decir esto, pero asegurar que les ha caído el papelón porque no hay otras muchas luces en el panorama, más bien oscuro, nunca queda bien.
El caso es que Élena, dicho así con acento en la e, alumbra como una luz cuyo destello es bastante personal, al margen de si hay o no más luces. Este sexteto, formado hace escasamente año y pico, practica una música intimista, que no llorona; oscura, que no tét...
Por esas cosas que nunca se acaban de entender, a Élena le ha tocado ser la gran esperanza blanca de la música pop que se hace en Barcelona. Bien, sí se pueden entender las razones que llevan a decir esto, pero asegurar que les ha caído el papelón porque no hay otras muchas luces en el panorama, más bien oscuro, nunca queda bien.
El caso es que Élena, dicho así con acento en la e, alumbra como una luz cuyo destello es bastante personal, al margen de si hay o no más luces. Este sexteto, formado hace escasamente año y pico, practica una música intimista, que no llorona; oscura, que no tétrica; emocional, que no manidamente emocional, y hermosa, que se transparenta en la voz de Helena Miquel. Las referencias que se les han señalado van desde Cocteau Twins a Cure, pasando por Mogwai y Piano Magic. Es decir, bandas generalmente reconocidas únicamente por un público, digamos, listillo.
Ésa parece ser la mejor virtud de Élena, una banda que, pese a sus interesantes referencias musicales, rehúye completamente las aspiraciones cultistas y se limita a componer e interpretar una música que, como todas las del mundo, indica un estado de ánimo y, en su caso, una acentuada sensibilidad. Todo ello es perceptible en los temas que componen Porelamordedios, título de su primer disco, que esta noche presentan en directo en la sala Luz de Gas (Muntaner, 246) a partir de las 21.30 horas.-