Canguro de hospital
Todo comenzó hace años, cuando empecé a trabajar en el hospital durante el verano para suplir al personal que hacía vacaciones. Un trabajo que me gustaba: siempre había querido trabajar en el mundo sanitario. Se acabaron las vacaciones y llegó la incertidumbre: ¿me llamarán?, ¿trabajaré?, ¿no trabajaré?, ¿cuándo?, ¿se acordarán de mí? Efectivamente, se acordaron: 'Ven ahora [eran las 23.00], ven mañana...'. Toda la familia estaba pendiente del teléfono y de mi horario. Mis padres, para Reyes me regalaron un móvil para así tenerme localizada. Han pasado varios años, he trabajado durante las va...
Todo comenzó hace años, cuando empecé a trabajar en el hospital durante el verano para suplir al personal que hacía vacaciones. Un trabajo que me gustaba: siempre había querido trabajar en el mundo sanitario. Se acabaron las vacaciones y llegó la incertidumbre: ¿me llamarán?, ¿trabajaré?, ¿no trabajaré?, ¿cuándo?, ¿se acordarán de mí? Efectivamente, se acordaron: 'Ven ahora [eran las 23.00], ven mañana...'. Toda la familia estaba pendiente del teléfono y de mi horario. Mis padres, para Reyes me regalaron un móvil para así tenerme localizada. Han pasado varios años, he trabajado durante las vacaciones, he dejado de ir a bodas, comuniones, bautizos y celebraciones familiares para poder ir a trabajar y solucionarles el problema. Podía decir que no, pero el miedo a que no me llamaran era mayor.
Actualmente me han ofrecido un contrato indefinido de canguro. ¿Eso qué significa? Trabajar todos los sábados, todos los domingos y todos los festivos del resto de mi vida.
Con esta historia quiero explicar que todo mi esfuerzo, mi ilusión, mis ganas de trabajar creo que no han sido valoradas. A pesar de todo, me hace tirar adelante el agradecimiento de las personas a las que he atendido.