'Se puede coger el hábito con los cómics'

Educación

Adela de Felipe, riojana de 17 años y estudiante de COU, ganó en diciembre el I Concurso Nacional de Ortografía, organizado por el Ministerio de Educación. Luego quedó tercera en la versión hispanoamericana del concurso, celebrada en Colombia con estudiantes de 19 países de habla hispana. De Felipe, futura estudiante universitaria de ingeniería, cree que su afición a la lectura tiene mucho que ver con su facilidad para la ortografía: 'Yo nunca he estudiado ortografía en serio, pero si estás acostumbrada a ver una palabra, por reflejo, la escribes bien'.

Pregunta....

Educación

Adela de Felipe, riojana de 17 años y estudiante de COU, ganó en diciembre el I Concurso Nacional de Ortografía, organizado por el Ministerio de Educación. Luego quedó tercera en la versión hispanoamericana del concurso, celebrada en Colombia con estudiantes de 19 países de habla hispana. De Felipe, futura estudiante universitaria de ingeniería, cree que su afición a la lectura tiene mucho que ver con su facilidad para la ortografía: 'Yo nunca he estudiado ortografía en serio, pero si estás acostumbrada a ver una palabra, por reflejo, la escribes bien'.

Pregunta. ¿Cuándo se aficionó a leer?

Respuesta. Aprendí a leer a los cuatro o cinco años y a los seis ya leía de corrido. Me aficioné a los libros al descubrir que en ellos podía leer yo sola, y todas las veces que quisiera, los cuentos que me contaban mis padres.

P. ¿Sus padres leen mucho?

R. Sí, los dos están siempre con libros en la mano. Mi padre es profesor de historia y mi madre es filóloga. Mi casa está llena de libros.

P. ¿Cuánto tiempo dedica a la lectura y qué le gusta leer?

R. Por placer leo una hora al día; los fines de semana, un poco más. Sobre todo leo novelas, pero también periódicos.

P. ¿Recomienda libros a sus amigos?

R. Sí, a veces vemos una película y les digo que la novela está mejor contada. Pero, de entrada, nunca les recomiendo un tocho, es mejor un libro que no pase de 300 páginas. Lo importante es que cada uno coja la costumbre con lo que más le guste, con Stephen King o con los cómics; no se puede obligar a leer.