Más arte que artistas
La visita a los Tallers Oberts de Poblenou permiten pulsar la nueva creación y los cambios en la zona
Los Tallers Oberts del Poblenou (TOP) inaugurados en la tarde del pasado viernes y que esta noche cierran sus puertas han espoleado al público para introducirse en pleno corazón de la creación artística, algo que es gratificante para cualquier amante de arte. Vistas las jornadas del viernes y del sábado, la experiencia es todo un éxito salvo en un aspecto primordial, la falta de muchos artistas en su puesto de trabajo. Con todo, los TOP son una experiencia gratificante que permite captar la sintonía creativa actual y el momento urbanístico cambiante del Poblenou.
La mayoría de talleres...
Los Tallers Oberts del Poblenou (TOP) inaugurados en la tarde del pasado viernes y que esta noche cierran sus puertas han espoleado al público para introducirse en pleno corazón de la creación artística, algo que es gratificante para cualquier amante de arte. Vistas las jornadas del viernes y del sábado, la experiencia es todo un éxito salvo en un aspecto primordial, la falta de muchos artistas en su puesto de trabajo. Con todo, los TOP son una experiencia gratificante que permite captar la sintonía creativa actual y el momento urbanístico cambiante del Poblenou.
La mayoría de talleres se encuentran en viejos complejos fabriles que aún esperan su destino ante la profunda transformación urbanística que está sufriendo la zona. Mientras, ocupan una función creativa de primer orden. Este es el caso de la antigua fábrica textil La Escocesa. A su lado, Paul Daly explicaba a los visitantes sus trabajos de vocación pictórica y escultórica realizados con hojas secas. La singularidad de este espacio es la huella de su vieja función mediante la utilización de viejos materiales que se empleaban en la manufactura textil. Antiguos husos y plantillas han sido reconvertidos ahora en muebles, separaciones, cortinajes o nuevas creaciones artísticas. Varios de los artistas que utilizan este espacio provienen de El Submarino, un espacio de ocupación artística que se vieron obligados a abandonar.
Los estudios de diversos creadores están abiertos entre las once de la mañana y las ocho de la tarde
En Hangar, un artista llegado hace apenas unos días ocupaba su nuevo taller de trabajo. Procedente de Stuttgart, Jan Hooss mostraba sus dibujos. No lejos de allí, en Flea-Taller, el inglés Jonathan Singleton, más conocido como Sig, mostraba mobiliario metálico. Sig llegó a Barcelona en 1993 y con sólo su voluntad de seguir adelante y un poco de suerte ha conseguido que sus diseños de sofás sean reclamados en diferentes partes del mundo. Concentrada en su trabajo, se hallaba en Can Font la artista Blanca Palou, que en estos momentos está trabajando en un cortometraje de animación artística en la línea del que pudimos ver en la galería Berini en su última exposición.
Otro espacio que forma parte del circuito de Tallers Oberts es el denominado Rissina Tóxica de Poliéster y el Barón Látex, situado en las antiguas Bodegas Catalanas, de las que aún se conservan cubas de vinos y licores. El nombre que define el espacio también es el mismo del colectivo de mujeres artistas que pretenden crear un espacio de creación abierto que divulgue la amplitud de la creación contemporánea. En cada manifestación artística invitan a un hombre, el barón látex de su enunciado.
Un adecuado punto de arranque de la visita a Tallers Oberts, abiertos hoy entre las 11.00 y las 20.00 horas, es el centro cívico Can Felipa (Pallars, 277), donde se puede obtener uno de los planos-guía, además de contemplar la exposición colectiva Zumo, compuesta de trabajos de diferentes soportes de la escuela Winchester School of Art, cuya visita en el Taller dels Pellaires también forma parte del circuito.