El Papa convoca a todos sus cardenales para debatir el futuro del catolicismo

El Pontífice desmiente que vaya a retirarse

Los problemas que se plantean a la Iglesia son fundamentalmente el ecumenismo, es decir cómo avanzar por el camino de la unidad de los cristianos, y el papel de los obispos, la jerarquía heredera de los apóstoles, la que vive más en contacto con las bases católicas. La reunión sugiere la idea de un gigantesco precónclave, aunque con dos salvedades: el Papa estará presente y con él los 49 purpurados que han superado los 80 años y no podrán elegir a su sucesor.

Karol Wojtyla llega a este sexto consistorio por él convocado en condiciones físicas muy precarias. El pontífice, que cumplió 81 ...

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Los problemas que se plantean a la Iglesia son fundamentalmente el ecumenismo, es decir cómo avanzar por el camino de la unidad de los cristianos, y el papel de los obispos, la jerarquía heredera de los apóstoles, la que vive más en contacto con las bases católicas. La reunión sugiere la idea de un gigantesco precónclave, aunque con dos salvedades: el Papa estará presente y con él los 49 purpurados que han superado los 80 años y no podrán elegir a su sucesor.

Karol Wojtyla llega a este sexto consistorio por él convocado en condiciones físicas muy precarias. El pontífice, que cumplió 81 años la semana pasada y se dispone a completar en octubre los 23 años al frente de la Iglesia (todo un récord histórico), ha visto agravarse los síntomas de la principal enfermedad que padece, el Parkinson, mientras se agudizan otras dolencias, como la derivada de la operación de cadera que sufrió hace años. Camina con extrema dificultad, y sólo completar la agenda diaria en Vaticano le supone enorme esfuerzo. En estas circunstancias, y aunque sus colaboradores más directos declaran que se mantiene lúcido y enérgico, Juan Pablo II se dispone a tomar el pulso a la Iglesia. Lejos quedan los rumores de una posible retirada del pontífice, que ayer, en una visita a una iglesia romana, pidió a los fieles que recen para que pueda seguir guiando la Iglesia.

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Entre los 183 cardenales convocados ( es poco probable que se presenten más de 150), los de tendencias progresistas, partidarios de afrontar la necesidad de modernización del entramado de la Iglesia y sobre todo de integrarse en el mundo, son una minoría.

Destaca entre ellos el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, Karl Lehmann, que hace poco más de un mes expresó públicamente sus esperanzas de que el consistorio sirva para dar un impulso definitivo al problema de gobernar la Iglesia de manera más colegial. El primero que no parece satisfecho con el actual sistema centralista es el propio Wojtyla, que en la carta apostólica Novo Millenio Ineunte, publicada al concluir el Jubileo de 2000, deja constancia de esta deficiencia.

En un párrafo del documento, el Pontífice señala que los medios para lograr esta colegialidad no son satisfactorios. El Papa menciona como esenciales en esa colegialidad el sínodo, la Curia romana, las conferencias episcopales y el colegio cardenalicio.'Espero que el Papa, al convocar este consistorio, lo haya hecho pensando en alguna fórmula, aunque no sé muy bien de qué tipo, para encontrar un camino que se dirija hacia una mayor colegialidad', declaró Lehmann.

Concilio

La salida podría ser la convocatoria de un nuevo Concilio Vaticano, aunque el cardenal alemán reconoce las dificultades logísticas que representaría una reunión de ese tipo hoy, con 4.500 obispos en todo el mundo.

Sectores más conservadores, como el que representa el presidente de los obispos italianos, cardenal Camillo Ruini, parecen acoger la reunión como un relajado intercambio de puntos de vista entre el selecto club de purpurados. 'Yo lo veo como una ocasión muy hermosa'', ha dicho Ruini, 'para escuchar a los cardenales de todo el mundo y ver juntos cuales son las vías mejores para proponer el Evangelio'.

El tema de fondo es lo bastante general como para mantener las opciones de debate abiertas: 'Perspectivas de la Iglesia en el Tercer Milenio, a la luz de la Novo Millenio Ineunte'.

Juan Pablo II oficia la Eucaristía, ayer en Roma, en vísperas del consistorio cadenalicio.AP

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