El trato recibido en las oficinas, principal queja de los contribuyentes

Las conclusiones del informe de 2000 del Defensor del Contribuyente, una figura creada para proteger los derechos tributarios de los madrileños, han dado un giro radical. Si en 1999 los contribuyentes se quejaron sobre todo de las colas para el pago de impuestos, en esta ocasión el principal motivo de reclamación fue el trato recibido en las oficinas tributarias. Así se desprende de la Memoria 2000 que sometió esta institución a conocimiento del Consejo de Gobierno y que presentó ayer el consejero de Presidencia y Hacienda, Manuel Cobo.

En su segundo año de funcionamiento (la oficina se...

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Las conclusiones del informe de 2000 del Defensor del Contribuyente, una figura creada para proteger los derechos tributarios de los madrileños, han dado un giro radical. Si en 1999 los contribuyentes se quejaron sobre todo de las colas para el pago de impuestos, en esta ocasión el principal motivo de reclamación fue el trato recibido en las oficinas tributarias. Así se desprende de la Memoria 2000 que sometió esta institución a conocimiento del Consejo de Gobierno y que presentó ayer el consejero de Presidencia y Hacienda, Manuel Cobo.

En su segundo año de funcionamiento (la oficina se creó en febrero de 1999), el Defensor del Contribuyente recibió un total de 376.506 consultas, entre personales, telefónicas y sobre expedientes abiertos. Durante ese ejercicio la oficina atendió las quejas de 174 ciudadanos -dos más que en 1999-, que sumaron 223 reclamaciones. De esa cifra, el 21,5% (48) corresponde a la disconformidad de los usuarios con el trato recibido en la propia sede de la Dirección General de Tributos (paseo del General Martínez Campos, 30), a través de los gestores telefónicos o en las Oficinas Liquidadoras que la Comunidad contrató para la recaudación de impuestos.

La memoria explica que ante esa situación fue necesaria una reunión con los responsables de atención al público para tratar las quejas. La oficina del Defensor del contribuyente, explica el informe, 'pidió disculpas' a cada uno de los reclamantes.

Información incorrecta

El otro motivo de quejas fue la 'incorrecta información' que recibieron los contribuyentes. De las 223 reclamaciones, 42, es decir, un 18,8%, correspondieron a personas que protestaban por este motivo. La mayoría de las consultas tenían que ver con tributos cedidos. La tardanza en la tramitación de los procedimientos fue otra causa de reclamación. El 17,9% de las quejas recibidas, es decir, 40, tuvieron que ver con este asunto.

La primera memoria del Defensor del Contribuyente dejaba claro que los madrileños protestaban ante la existencia de una única sucursal del BSCH que admitía el cobro de tributos. Un 27,7% de las quejas estaban relacionadas con ese motivo. En 2000 la la cifra cayó al 10,3%. La memoria aclara que la reducción de las protestas se debió en gran parte a la ampliación de los puntos en los que se podían pagar los tributos.

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El teléfono 906 380 580, habilitado para las consultas, también recibió críticas de los usuarios. En la mayoría de los casos, dice la memoria, los contribuyentes se quejaron de que el único número disponible tenía un coste elevado. La oficina del Defensor del Contribuyente aduce que el teléfono de información tributaria ha supuesto 4,6 millones de pesetas para la Comunidad de Madrid y que con este número 'no está haciendo negocio'. Se escogió, dice, porque las líneas normales (91) estaban 'siempre colapsadas'.

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