La oposición recrimina a Piqué por sus errores y su afán de protagonismo

'El problema para esos intereses nacionales que últimamente le preocupan tanto no es la oposición. El problema es que usted se equivoca demasiado', le dijo ayer el portavoz del PSOE en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Manuel Marín, al jefe de la diplomacia española, Josep Piqué, que compareció para explicar su reciente gira por Oriente Próximo. José Luis Centella, de IU, e Ignasi Guardans, de CiU, coincidieron en ese reproche.

Los representantes de Izquierda Unida y de CiU apelaron a la necesidad de que Josep Piqué represente a España, en ése y en otros temas, con menos a...

'El problema para esos intereses nacionales que últimamente le preocupan tanto no es la oposición. El problema es que usted se equivoca demasiado', le dijo ayer el portavoz del PSOE en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Manuel Marín, al jefe de la diplomacia española, Josep Piqué, que compareció para explicar su reciente gira por Oriente Próximo. José Luis Centella, de IU, e Ignasi Guardans, de CiU, coincidieron en ese reproche.

Los representantes de Izquierda Unida y de CiU apelaron a la necesidad de que Josep Piqué represente a España, en ése y en otros temas, con menos afán 'de ver quién se apunta el tanto', en expresión de Ignasi Guardans.

'España puede jugar un papel como interlocutor en Oriente Próximo, pero tengo dudas', subrayó Manuel Marín, 'cuando le oigo decir que ese papel es fundamental, porque los anuncios excesivos hacen que la otra parte se quede un poco perpleja, como nos llega por comentarios de embajadores y por otras fuentes. Le pedimos que siga una línea, para la que tiene la ventaja de contar con el apoyo de todos los grupos parlamentarios. No hace falta que sea genial', ironizó Marín en un debate que, en efecto, puso de manifiesto un consenso esencial sobre la política gubernamental de pedir moderación tanto a palestinos como israelíes para que se reanuden unas negociaciones de paz basadas en los principios de la Conferencia de Madrid y en las resoluciones 242 y 338 de la ONU.

Pero la comparecencia de Piqué tenía también como trasfondo, entre otros, la polémica suscitada por la comparación que hizo del terrorismo etarra y la violencia palestina en Jerusalén el pasado 23 de mayo. Centella (IU) la calificó de simple 'metedura de pata, una declaración desafortunada', y Guardans (CiU) la tildó de 'lapsus grave', en tanto que Marín (PSOE) afirmó: 'El ministro de Exteriores tiene que tener especial cuidado con lo que hace y lo que dice porque representa al Gobierno de España'. José María Robles Fraga (PP), defendió que Piqué sólo quiso 'defender la especial sensibilidad del PP con las víctimas del terrorismo en cualquier lugar y circunstancia, lo que no significa comparar situaciones políticas que no tienen nada que ver con la Intifada'.