Reportaje:

En memoria del presidente Samper

La nieta del único valenciano que fue jefe de Gobierno recupera su recuerdo en un acto público

Elena Enguix Samper, heredera única de la memoria de su abuelo, Ricardo Samper, quiso con la entrada del nuevo milenio hacer un acto público en el que se recordase la figura de quien fue el único presidente valenciano de un Gobierno de España. Y encontró el espacio en el Ateneo Mercantil de Valencia, del que su abuelo fue presidente.

Ricardo Samper, miembro destacado del Partido de Unión Republicana Autonomista y colaborador habitual del periódico blasquista El Pueblo, ocupó un sinfín de cargos y honores desde 1920 a 1936, pero su mayor rango lo alcanzó como presidente del Gobier...

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Elena Enguix Samper, heredera única de la memoria de su abuelo, Ricardo Samper, quiso con la entrada del nuevo milenio hacer un acto público en el que se recordase la figura de quien fue el único presidente valenciano de un Gobierno de España. Y encontró el espacio en el Ateneo Mercantil de Valencia, del que su abuelo fue presidente.

Ricardo Samper, miembro destacado del Partido de Unión Republicana Autonomista y colaborador habitual del periódico blasquista El Pueblo, ocupó un sinfín de cargos y honores desde 1920 a 1936, pero su mayor rango lo alcanzó como presidente del Gobierno entre abril y octubre de 1934. Un encargo que asumió a instancias del presidente de la República Aniceto Alcalá Zamora.

Elena Enguix quiso destacar en el acto de reconocimiento a Ricardo Samper su valencianía como político, que le llevó a defender distintas inversiones para Valencia y, sobre todo, los intereses comerciales de los exportadores. Aunque la nieta de Samper pretendía realizar un acto íntimo en memoria de su abuelo, que murió cuando ella tenía apenas un año, el salón de actos del Ateneo se llenó ayer, mayoritariamente de un público que sí oyó hablar de un presidente de Gobierno valenciano.

Ricardo Samper, que tras el golpe militar de Franco, obtuvo permiso del Frente Popular para intentar reponerse de una tuberculosis en Suiza, fue alcalde de Valencia, diputado en Cortes y titular de los ministerios de Trabajo, Industria y Comercio y, tras pasar por la presidencia del Gobierno, Defensa.

La psicóloga Pilar López Soler, amiga íntima de la familia, realizó ayer un perfil de Ricardo Samper y destacó su temprana ambición por la carrera política y su afán de superación personal.

Así, Pilar López recordó que de muy joven ya le aseguraba a su prometida Elena, que posteriormente sería su mujer y que le ayudaba a preparar las oposiciones de funcionario, que iba a ser ministro de Gracia y Justicia. 'Y tú serás la gracia y yo la justicia', decía Samper.

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Durante la disertación sobre la figura de Samper, la conferenciante manifestó que la etapa más dura del político tuvo lugar durante su etapa como alcalde de la ciudad de Valencia en 1920. Una etapa truncada por la dictudura de Primo de Rivera y que le llevó a reconocer que había 'naufragado su fe en los hombres'. Un cargo que asumió en una etapa difícil pero que no le impidió realizar pequeños gestos como la creación de un premio denominado Madre, en el que se recompesaba la labor de alumnos huérfanos de madre y que recordaba su propia infancia.

Otro de los acentos que se marcaron ayer sobre la figura de Ricardo Samper, ante un auditorio mayoritariamente conservador, fue que 'siempre fue aceptado por la derecha por no ser sectario en temas religiosos', pese a su militancia política y amistad con Vicente Blasco Ibañez.

Pero sobre todo, Elena Enguix Samper quiso que supiesen que su abuelo basó su vida en la verdad y en la libertad, pero con responsabilidad.

Vista del salón de actos del Ateneo de Valencia, donde ayer se realizó el acto en recuerdo de Ricardo Samper.MÒNICA TORRES

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