Clos representará a las ciudades en la ONU

Las organizaciones de gobiernos locales del mundo inician en Río su proceso de unidad

El próximo mes de junio el alcalde de Barcelona, Joan Clos, se dirigirá a la Asamblea de las Naciones Unidas (ONU) para exponer los deseos de las grandes ciudades del mundo de contar con el reconocimiento y el apoyo de este organismo y de tener voz ante el mismo.

Clos, que será el primer alcalde que, en condición de tal, hablará ante la Asamblea General, lideró ayer en la ciudad brasileña de Río de Janeiro la realización de un manifiesto consensuado entre las dos grandes organizaciones mundiales municipalistas, la Unión Internacional de Autoridades Locales (IULA) y a la Federación Mundi...

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El próximo mes de junio el alcalde de Barcelona, Joan Clos, se dirigirá a la Asamblea de las Naciones Unidas (ONU) para exponer los deseos de las grandes ciudades del mundo de contar con el reconocimiento y el apoyo de este organismo y de tener voz ante el mismo.

Clos, que será el primer alcalde que, en condición de tal, hablará ante la Asamblea General, lideró ayer en la ciudad brasileña de Río de Janeiro la realización de un manifiesto consensuado entre las dos grandes organizaciones mundiales municipalistas, la Unión Internacional de Autoridades Locales (IULA) y a la Federación Mundial de Ciudades Unidas (FMCU), que han iniciado ya un proceso de integración que implica, entre otras cosas, la elección de una sede permanente. Barcelona, que lidera el proceso, también aspira a ser la sede de la futura organización.

Clos puso el broche final a los encuentros que han mantenido en Río las dos principales organizaciones mundiales del poder local, la Unión Internacional de Autoridades Locales (IULA) y la Federación Mundial de Ciudades Unidas (FMCU). El alcalde de Barcelona será el primero que se dirija a la Asamblea General de la ONU, el próximo mes de junio, para explicar la declaración consensuada en la ciudad brasileña. En ella se pide a la ONU que movilice los recursos económicos necesarios para impulsar el desarrollo de las ciudades, que colabore 'estrechamente' con los gobiernos locales y que facilite instrumentos financieros 'accesibles' para las administraciones locales de los países en vías de desarrollo.

Las ciudades quieren tener un papel en el sistema de Naciones Unidas y plantean la necesidad de elaborar un nuevo estatuto. Se trata de un paso más en el proceso iniciado en 1996, en Estambul, que persigue el reconocimiento por parte de organismos, agencias internacionales y el poder financiero, del papel de los gobiernos locales.

La declaración de Río resalta que la mitad de la población mundial vivirá en un medio urbano. Para tener un mayor peso y reconocimiento hace falta unidad: 'Debemos tener una sola voz', dijo Clos en su intervención en el Congreso de unificación de la IULA y la FMCU. Se trata de un proceso complejo ya que comporta, entre otras cosas, la elaboración de un estatuto y la elección de una sede. Y Barcelona se ha propuesto liderar ese proceso y también aspira a ser la sede de la futura organización.

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En ese proceso, Clos es una de las voces empeñadas en conseguir que las ciudades y representantes de los diferentes poderes locales se unifiquen y tengan un discurso independiente de los estados. 'Las ciudades y el poder local pueden y deben gestionar mejor. Desde los ayuntamientos y las ciudades se debe pensar localmente y actuar globalmente', explicaba el alcalde de Barcelona, que insistía en la reivindicación de más poder para las urbes, 'porque se puede gestionar mejor todo lo que toca al ciudadano', dijo.

Las condiciones políticas, sociales y económicas de las ciudades que han participado en la reunión de Río son muy distintas. A las sesiones asistió Tarso Genro, alcalde de Porto Alegre, la ciudad brasileña que acogió la contracumbre de Davos, y que prepara para el año próximo el II Foro para la Inclusión Social, en el que la ciudad de Barcelona también quiere participar activamente.

Clos mantuvo un encuentro con el alcalde de Río de Janeiro, César Maia, que se enfrenta al intento de crear una planificación urbana en una ciudad que ha crecido de forma descontrolada. La población de Río es de seis millones de habitantes y su área metropolitana de más de 10.

Maia explicó que hasta 1993 la ciudad no tuvo ningún instrumento de planificación urbanística y que ahora se está teniendo en cuenta el modelo de crecimiento de Barcelona. Uno de los problemas más serios de la ciudad de Río es dotar de infraestructuras y servicios comunes a las importantes extensiones que ocupan las favelas.

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