Un científico pronostica nuevos casos humanos de encefalopatía

Robert Will, el profesor de la Universidad de Edimburgo que demostró en 1996 el vínculo entre el mal de las vacas locas y su versión humana (la llamada 'nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob'), predijo ayer que aparecerán nuevos casos humanos en las próximas décadas, y no descartó que algunos de ellos puedan darse fuera del Reino Unido. Hasta el momento se han registrado unos 85 casos en el Reino Unido, uno en Irlanda y tres en Francia.

'Los análisis actuales sugieren que la incidencia en el Reino Unido se incrementará, pero no se puede predecir en qué medida', dij...

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Robert Will, el profesor de la Universidad de Edimburgo que demostró en 1996 el vínculo entre el mal de las vacas locas y su versión humana (la llamada 'nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob'), predijo ayer que aparecerán nuevos casos humanos en las próximas décadas, y no descartó que algunos de ellos puedan darse fuera del Reino Unido. Hasta el momento se han registrado unos 85 casos en el Reino Unido, uno en Irlanda y tres en Francia.

'Los análisis actuales sugieren que la incidencia en el Reino Unido se incrementará, pero no se puede predecir en qué medida', dijo Will en Bruselas. 'Está claro que la exposición [a la enfermedad] fue mayor en el Reino Unido, pero es posible que haya más casos fuera', añadió.

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El científico, sin embargo, restó validez a las estimaciones maximalistas, que hablan de unos 100.000 casos en los próximos 30 o 40 años. Según él, son meras proyecciones matemáticas lastradas por las numerosas incógnitas que rodean a la enfermedad: cuál es el periodo de incubación en humanos, qué cantidad de vacuno contaminado debe ingerirse para contraerla y qué importancia tiene la predisposición genética en su desarrollo.

Will considera 'contundentes' las pruebas de que la nueva variante de Creutzfeldt-Jakob viene provocada por el consumo de vacuno afectado por la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), y ello pese a que sigue sin estar claro el mecanismo preciso de transmisión y qué otros factores de la dieta aumentan el riesgo. La hipótesis más sólida, según este científico, es que los afectados consumieron carne contaminada con material de cerebro y médula altamente infectados.

Will presentó ayer junto con el comisario europeo de investigación, Philippe Busquin, las primeras conclusiones de un grupo de expertos en EEB creado por la Comisión Europea el año pasado. Busquin resaltó la existencia de 'debilidades' en la investigación de esta enfermedad, tales como la falta de coordinación entre los investigadores de los distintos países, la poca formación específica y la escasez de muestras.

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