El BCE resiste las presiones de economistas y políticos y decide mantener los tipos de interés de la zona euro en el 4,75%

'Oigo, pero no escucho las solicitudes', dice el presidente de la entidad

Oigo, pero no escucho las solicitudes de abaratar el precio del dinero'. Ésta es la frase con la que Wim Duisenberg, presidente del Banco Central Europeo (BCE), daba por cerrada el pasado miércoles la polémica sobre si la entidad debía o no rebajar el precio del dinero en la zona euro. Antes de su decisiva reunión del día 11, el BCE había recibido presiones de todo tipo para que rebajara un cuarto de punto, hasta el 4,50%, los tipos de interés. Y esta vez no fueron sólo las bolsas. La OCDE, los seis grandes institutos económicos alemanes y Didier Reynders, presidente del Eurogrupo -un f...

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Oigo, pero no escucho las solicitudes de abaratar el precio del dinero'. Ésta es la frase con la que Wim Duisenberg, presidente del Banco Central Europeo (BCE), daba por cerrada el pasado miércoles la polémica sobre si la entidad debía o no rebajar el precio del dinero en la zona euro. Antes de su decisiva reunión del día 11, el BCE había recibido presiones de todo tipo para que rebajara un cuarto de punto, hasta el 4,50%, los tipos de interés. Y esta vez no fueron sólo las bolsas. La OCDE, los seis grandes institutos económicos alemanes y Didier Reynders, presidente del Eurogrupo -un foro que reúne a los 12 ministros del euro-, habían hecho públicas sus previsiones de menor crecimiento económico, y habían pedido al BCE que sacara 'sus propias conclusiones' -en palabras de Reynders- ante las claras señales de desaceleración. Finalmente, Duisenberg aseguró que no había razones para temer una recesión económica y que, por tanto, el precio del dinero se mantenía en el 4,75%.

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