El 63% de las víctimas de agresiones sexuales en 2000 fueron niñas

Los agresores conocían a los menores

El estudio cuenta con un informe detallado de las características de los agresores de los 249 menores atendidos. El 58% de las personas que perpetraron los abusos son adultos de entre 25 y 55 años, un 11% supera los 55 años y el mismo porcentaje se encuentra entre los 18 y los 25 años. De las agresiones registradas, el 12% fueron cometidas por menores de edad. El grueso de abusos, el 53%, ha corrido a cargo de familiares del menor, según los datos ofrecidos por el balance del año pasado. El 27% los cometió el padre, el 3% la madre y un 23% otros familiares. La pareja de la madre fue responsabl...

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El estudio cuenta con un informe detallado de las características de los agresores de los 249 menores atendidos. El 58% de las personas que perpetraron los abusos son adultos de entre 25 y 55 años, un 11% supera los 55 años y el mismo porcentaje se encuentra entre los 18 y los 25 años. De las agresiones registradas, el 12% fueron cometidas por menores de edad. El grueso de abusos, el 53%, ha corrido a cargo de familiares del menor, según los datos ofrecidos por el balance del año pasado. El 27% los cometió el padre, el 3% la madre y un 23% otros familiares. La pareja de la madre fue responsable del 11% de los casos atendidos y el 16% de las agresiones sexuales las cometieron vecinos. Un 11% corrieron a cargo de amigos o compañeros del agredido. Sólo un 1% de los agresores era desconocido por el menor.

El servicio ofrece asistencia psicológica a los menores relacionados con agresiones sexuales, tanto si ha actuado como víctima o perpetrador. Junto a la víctima o al agresor, se presta asistencias a la familia y a los educadores para orientarles del comportamiento que deben tener hacia el niño o el adolescente.

Los 249 atendidos durante el año pasado triplican las 83 asistencias de 1999, un crecimiento que no implica un incremento del número de agresiones en la Comunidad entre estos dos años.

La mayor parte de los menores que pasaron por el centro tienen entre 6 y 10 años. Hasta el 43% de los niños se encuentran en este segmento de edad. Un 26% están entre los 11 y los 15 años y el 24% entre 3 y 5 años y un 6% estaba entre los 16 y los 18 años.

Las agresiones sexuales no conocen de clases sociales. 'Llega todo tipo de gente', apunta María Pérez, directora de Espill, 'el abuso no está limitado a familias con problemas o desestructuradas'. Pérez evita referirse a un perfil concreto del menor maltratado. No sólo respecto a un mismo ambiente social, sino que también rechaza referirse a síntomas específicos que delaten la agresión. Una repentina eneuresis, el rechazo a acompañar a determinadas personas, cambios en el ánimo, alteraciones del apetito pueden ser indicios de que existan agresiones. Las secuelas físicas son más evidentes, pero menos comunes. Sólo el 15% de los agredidos tienen señales visibles de abusos.

El papel del centro, en el que trabaja un médico y ocho psicólogos, es confirmar la agresión y prestar ayuda al menor. El objetivo es devolver a los menores la autoestima, evitar traumas y 'resolver conceptos sobre su sexualidad', como destaca Pérez. 'Es importante que les quede claro que la sexualidad no es mala en sí y que no tengan problemas de fobia hacia el sexo' provocados por los abusos.

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