NUEVO DERRUMBE EN EL CENTRO DE MADRID

El inmueble iba a ser convertido en un bloque de estudios y apartamentos

El edificio llevaba apuntalado desde 1996 tras las denuncias de los vecinos

María Cencillo, dueña del inmueble cuyo interior se desplomó ayer en la calle del Factor, afirmó que ignora las causas que pudieron provocar el siniestro. 'No puedo decir nada, tengo un disgusto grande. Lo siento muchísimo por las dos personas que han fallecido. La casa estaba bien y la empresa que hacía las obras es formal', afirmó Cencillo. 'La finca estaba bien, no estaba para caerse; se ha hecho todo de acuerdo con el Ayuntamiento', insistió la dueña del inmueble. El edificio, deshabitado desde hace 20 años -aunque ha sido refugio habitual de okupas y mendigos, según fuentes municip...

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María Cencillo, dueña del inmueble cuyo interior se desplomó ayer en la calle del Factor, afirmó que ignora las causas que pudieron provocar el siniestro. 'No puedo decir nada, tengo un disgusto grande. Lo siento muchísimo por las dos personas que han fallecido. La casa estaba bien y la empresa que hacía las obras es formal', afirmó Cencillo. 'La finca estaba bien, no estaba para caerse; se ha hecho todo de acuerdo con el Ayuntamiento', insistió la dueña del inmueble. El edificio, deshabitado desde hace 20 años -aunque ha sido refugio habitual de okupas y mendigos, según fuentes municipales- tiene un bajo, cuatro plantas y dos torretas. Con dos fachadas exteriores, estaba dividido interiormente alrededor de dos patios situados a ambos lados de una gan escalera.

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El siniestro se produjo al ceder parte de las plantas entre dos muros de carga, según explicó Juan Redondo, jefe de los bomberos. Se derrumbaron unos 80 metros cuadrados de cada planta. Fuentes municipales del Servicio de Control de la Edificación apuntaron, por su parte, que el derrumbe podría deberse a que uno de los 'tabiques maestros se había debilitado con la humedad'. 'Puede que los sumideros de uno de los patios interiores estuviera obstruido. Al no correr el agua bien, el tabique ha ido chupando agua hasta que se ha resentido', afirmó un técnico.

Desde los grupos de la oposición, PSOE e IU, se exigió al gobierno municipal que ponga en marcha de manera inmediata un plan de inspección de obras. A juicio tanto de Matilde Fernández (PSOE) como de Justo Calcerrada (IU), hay demasiadas coincidencias entre el siniestro de ayer y el de la semana pasada en la calle Gaztambide, en el que murió una persona. En ambos casos se trata de inmuebles protegidos en los que se estaban realizando obras.

Los trabajos que se acometían desde el pasado 12 de febrero en el interior del inmueble de la calle del Factor se realizaban oficialmente en cumplimiento de una orden de Gerencia de Urbanismo, del 1 de diciembre pasado, para que se consolidase la estructura del edificio. Pero desde el grupo socialista apuntaron que las obras estaban encaminadas a reconvertir el inmueble en estudios y apartamentos. Para ello, la propietaria pidió en 1996 a Urbanismo que rebajara el grado de protección del bloque, construido en 1890. El proyecto incluía la desaparición de los patios y la escalera. Una empresa de venta de edificios rehabilitados en el centro de la capital admitió ayer a este periódico que hace mes y medio estableció negociaciones en ese sentido con la propietaria.

El arquitecto responsable de los trabajos, Ramón Garrigues Carnicer, comunicó a Urbanismo el 12 de febrero que se habían iniciado las obras de seguridad ordenadas, pero que aún no se había solicitado licencia para la rehabilitación integral del inmueble. Garrigues estuvo en la mañana del siniestro en la calle del Factor. Sin embargo, en su despacho informaron por la tarde que 'estaba de viaje'.

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El edificio ya fue íntegramente rehabilitado en 1940, tras quedar destruido en parte por los bombardeos de la guerra civil. La calle del Factor se asienta sobre un terreno horadado por decenas de pasadizos subterráneos, como aún puede verse en los sótanos de los establecimientos comerciales o de restauración contiguos al lugar del desplome. Ello otorga a su subsuelo una especial fragilidad.

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