Reportaje:

La grúa cría hongos

El servicio, paralizado por la acumulación de coches para el desguace en los depósitos

Al servicio de la grúa de Madrid, que trabaja esta semana a medio gas por el colapso que sufren sus depósitos, le crecen hasta hongos. En el aparcamiento de la plaza de Colón, un Volkswagen Passat sorprende por su estridente tapicería verde, a juego con el volante. En realidad, se trata de una esponjosa colonia de moho que ha encontrado su hogar en el interior del vehículo. 'Cuando llegó ya estaba así', comenta un conductor de la grúa. De esto hace más de tres meses.

Si el servicio de la grúa funcionara con normalidad, coches como este Passat serían trasladados, a las dos semanas de ser...

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Al servicio de la grúa de Madrid, que trabaja esta semana a medio gas por el colapso que sufren sus depósitos, le crecen hasta hongos. En el aparcamiento de la plaza de Colón, un Volkswagen Passat sorprende por su estridente tapicería verde, a juego con el volante. En realidad, se trata de una esponjosa colonia de moho que ha encontrado su hogar en el interior del vehículo. 'Cuando llegó ya estaba así', comenta un conductor de la grúa. De esto hace más de tres meses.

Si el servicio de la grúa funcionara con normalidad, coches como este Passat serían trasladados, a las dos semanas de ser retirados de la calle, al macrodepósito que la grúa tiene junto a Mercamadrid. Sin embargo, las 3.500 plazas de este recinto quedaron rebasadas hace años. Hoy almacena más de 6.000 vehículos y provoca un cuello de botella que ha colapsado el resto de depósitos de la grúa.

El de Colón tiene 85 plazas, aunque estos días almacena más de un centenar de coches. 'Más de 80 vehículos no deberían estar aquí desde hace meses. Y, con tanto coche viejo, no nos quedan más de 15 o 20 plazas para retirar coches de la calle, que es a lo que debería dedicarse todo el depósito', declara uno de sus responsables. 'Hace más de un mes que no mandamos un coche hacia el almacén de Mercamadrid', añade.

Los trabajadores de Colón exprimen su imaginación para aligerar la entrega de vehículos a los ciudadanos. Para ellos, ésta es la única posiblidad de poder trabajar, ya que así queda una plaza libre. 'Imagina la sensación que daría al ciudadano encontrarse su coche encima de la grúa cuando sabe que lo cazamos hace dos o tres días', comenta un trabajador. 'Así que cuando llega un coche de la calle, lo aparcamos bien y subimos a la grúa un coche viejo. Así conseguimos que cuando viene alguien se lleve el coche rápido y podamos salir a trabajar', agrega. Con esta fórmula, las grúas de Colón han estado esta semana más tiempo cargadas de coches para el desguace que trabajando.

El depósito de Colón tiene 21 grúas asignadas. Sin embargo, durante estos días no han podido salir a la calle más que la mitad. Y muchas mañanas, casi todas se han quedado paradas en espera de que quedara un espacio libre para descargar el coche que tenían a cuestas. Mientras, sus conductores pasan las jornadas charlando sin otra cosa que hacer. 'Yo hace cuatro días que no salgo', comenta uno de ellos. La grúa en la que está apoyado, con un Ford Fiesta blanco encima, lleva un mes encerrada sin ver la luz del sol.

'La Policía Municipal nos ha ayudado bajando el número de coches a recoger', comenta el responsable de otro depósito. El número de órdenes que las grúas reciben de los agentes para retirar coches mal aparcados de las calles ha bajado súbitamente esta semana, pero la concejal de Policía Municipal, María Tardón, niega haber dado órdenes en este sentido. Sin embargo, el ritmo de entrada de vehículos en los depósitos está estos días en los niveles más bajos de los últimos años. A las 21.30, los coches cazados por la grúa apenas han superado los 150 durante los dos últimos días. Hace unos meses se superaban con holgura los 300 coches al día y hace cuatro años se alcanzaban los 600.

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El hecho de que los agentes estén dando menos órdenes para retirar coches mal aparcados ha acabado en otra paradoja: las grúas circulan vacías durante horas por las calles. 'Es absurdo, pero mejor así. Si vinieran todas cargadas, se quedarían paradas porque no hay espacio para dejar los coches', dice el responsable de un depósito.

María Tardón espera que el Ayuntamiento pueda reconducir la situación en unas semanas. La solución: aligerar los trámites para convertir los coches en chatarra. El Ayuntamiento quiere vender antes del verano más de 3.300 vehículos para el desguace. Muchos de ellos llevan años cayéndose a piezas en Mercamadrid. Una situación que para el edil socialista Eugenio Morales es de 'una falta de previsión absoluta de un partido [el PP] que lleva tantos años en la alcaldía'.

Tardón, sin embargo, opina que el Consistorio no ha podido hacer nada hasta ahora por la lentitud de los plazos establecidos por la ley para comunicar a los propietarios la situación de sus coches.

Pánico a la privatización

'Están dejando pudrir la grúa para privatizarla y dársela a sus amigos, como la funeraria', declaran muchos trabajadores. Pese a que el Ayuntamiento niega esta posibilidad, lo acaecido con el servicio funerario de Madrid (que comenzó a arrojar millonarios beneficios poco después de que el gobierno municipal lo vendiese alegando que era ruinoso) hace temer a los empleados por el futuro de Emitra, la empresa que gestiona la grúa. 'La dejadez es evidente', dice un delegado sindical. Los trabajadores del depósito de Colón llevan ocho meses sin fichas para controlar sus horarios. 'Firmamos los turnos en papeles que nos llegan de otras bases con los nombres de otros operarios. Tenemos que tacharlos para poner los nuestros', se quejan. Emitra retiraba 600 coches al dia en 1996. El año pasado, menos de 400. Estos días no llegan a los 200. Las pérdidas en 2000 fueron de 1.000 millones de pesetas.

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