Cuatro ministros de Barak se rebelan contra el pacto de gobierno con Sharon

Cuatro destacados miembros del Gobierno de Ehud Barak, el titular de Exteriores, Shlomo Ben Ami; el ministro sin cartera, Haim Ramon; el de Justicia, Yossi Beilin, y el de Trabajo, Rannan Cohen, se reunieron este fin de semana con los barones del Partido Laborista, incluido el presidente del Parlamento, Abraham Burg. El objetivo es elaborar una estrategia para torpedear el anunciado Gobierno de unidad nacional con Ariel Sharon, en el que Barak ocupará la cartera de Defensa y Simón Peres la de Exteriores.

Esta conspiración se acompaña de un verdadero fuego de ...

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Cuatro destacados miembros del Gobierno de Ehud Barak, el titular de Exteriores, Shlomo Ben Ami; el ministro sin cartera, Haim Ramon; el de Justicia, Yossi Beilin, y el de Trabajo, Rannan Cohen, se reunieron este fin de semana con los barones del Partido Laborista, incluido el presidente del Parlamento, Abraham Burg. El objetivo es elaborar una estrategia para torpedear el anunciado Gobierno de unidad nacional con Ariel Sharon, en el que Barak ocupará la cartera de Defensa y Simón Peres la de Exteriores.

Esta conspiración se acompaña de un verdadero fuego de artillería en la prensa israelí, que coincide en afirmar que Barak ha traicionado al partido. 'Vete y no vuelvas', escribe Doron Rosenblum en el diario Haaretz, portavoz de la izquierda. Este célebre articulista juega con Barak y Nerón para decir: 'Uno tocaba [el violín] frente a las humeantes ruinas de Roma; el otro canta frente a las cenizas calientes del laborismo y las esperanzas de paz'.

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'No tenemos nada que hacer en un Gobierno de unidad nacional, el proceso de paz no podrá avanzar; el laborismo no debe implicarse con Sharon', insiste el ministro en funciones Beilin y uno de los cerebros de la rebelión, en la que trata de arrastrar a los defensores del proceso de paz, a los votantes árabes y a la izquierda laica del partido Meretz.

La última palabra la tendrá mañana el comité central del Partido Laborista (1.700 delegados), que se reunirá en Tel Aviv para aprobar o no la propuesta de Barak de alianza con Sharon. La clave está en la capacidad de cada bando en hacerse con los votos de los delegados. Los seguidores de Barak confían en una gran victoria si la votación se efectúa a mano alzada. Tal vez por ello, el sector rebelde trata de cambiar las normas internas e imponer el voto secreto. Sea cual sea el resultado, el laborismo camina imparable hacia una segunda y definitiva derrota en las elecciones legislativas.

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