Los cirujanos de La Paz separan tras 12 horas de operación a las siamesas marroquíes

El éxito de la intervención depende de la evolución de las niñas en los próximos días

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El resultado final de la operación dependerá de la evolución de las pequeñas en las próximas horas. El hecho de que las niñas (que han quedado con una pierna y un riñón de los dos que compartían) tengan sus propios brazos y tórax, con corazón y sistema pulmonar incluidos, sustenta la confianza de los médicos. Con anterioridad, una intervención permitió preparar la operación de ayer, al separar la sección de la médula espinal que las niñas compartían en la parte de columna vertebral que las unía (ver gráfico). También se les implantaron extensores debajo de la piel, para estimular que produjera...

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El resultado final de la operación dependerá de la evolución de las pequeñas en las próximas horas. El hecho de que las niñas (que han quedado con una pierna y un riñón de los dos que compartían) tengan sus propios brazos y tórax, con corazón y sistema pulmonar incluidos, sustenta la confianza de los médicos. Con anterioridad, una intervención permitió preparar la operación de ayer, al separar la sección de la médula espinal que las niñas compartían en la parte de columna vertebral que las unía (ver gráfico). También se les implantaron extensores debajo de la piel, para estimular que produjeran el tejido cutáneo con el que cubrir las cicatrices de la operación.

Las hermanas Agunín llegaron a España el 19 de octubre de 2000, gracias a un convenio entre los Gobiernos español y marroquí. Un miembro de la ONG Tierra de Hombres las acompañó desde Marruecos, según explicaron ayer fuentes de La Paz. Los padres de las pequeñas, aldeanos de la localidad marroquí de Tiznit, a 700 kilómetros de Rabat, no pudieron acompañarlas por falta de recursos, por lo que ha sido el personal de La Paz quien las ha atendido durante este tiempo. El hospital madrileño fue escogido para intentar la separación de las hermanas por su reconocido prestigio en este tipo de intervenciones.

Más información

Récord de intervenciones

Según una nota del centro, es la séptima operación de separación de siameses que se realiza en el hospital en los últimos diez años. Todo un récord, si se tiene en cuenta que se produce aproximadamente un nacimiento de siameses por cada 100.000 partos, y que de ellos casi la mitad muere en las 24 horas siguientes al alumbramiento.

Los últimos beneficiarios de la pericia del equipo español fueron dos hermanas portuguesas, que pasaron con éxito por el quirófano en diciembre del año pasado. Otros dos casos, como las colombianas Lorena y Daniela, han sido estudiados, pero finalmente el equipo médico rechazó la intervención ante el riesgo que tenía para la vida de los pequeños.

'Las niñas han estado solas desde que llegaron, a cargo del hospital', explicó ayer una portavoz de La Paz. Según fuentes del centro sanitario, la recuperación se hará en una primera etapa en el mismo centro. 'Después, las niñas volverán a Marruecos, por lo que no tendrán que permanecer con familias españolas como se ha dicho', aclararon. Se espera que para el año 2003, cuando tengan unos cuatro años, las niñas podrán hacer una vida casi normal.

Intervención de las pequeñas Fátima y Amina, ayer en el hospital de la Paz en Madrid.

Una gemelación incompleta

En las fases iniciales del desarrollo humano, ocurre a veces que el embrión se divide en dos accidentalmente. Cada mitad es capaz de regenerar un embrión completo, y el resultado son dos hermanos gemelos idénticos. En ocasiones, la separación del embrión original no es completa. Entonces, las partes separadas tienden a regenerar el embrión completo, pero la parte no separada sigue su curso inicial, propio de un embrión único. El resultado de este proceso de gemelación incompleta son dos siameses.Como los siameses son infrecuentes, y no pueden detectarse hasta que no tienen un tamaño observable por ecografía, se ignora en qué fase exacta del desarrollo embrionario ocurre la gemelación incompleta. En otros vertebrados se ha comprobado que se puede inducir experimentalmente la formación de siameses mediante la constricción del embrión en una fase tan temprana como el estadio de dos células. Es decir, tras la primera división celular que experimenta el óvulo fecundado.Los casos que han ido describiéndose revelan una considerable variedad: una cabeza con dos cuerpos, un cuerpo con dos cabezas, y otras formas de bifurcación intermedias, como la duplicación de la cabeza y los hombros que converge a la altura del tronco para acabar en un solo par de piernas. Generalmente, los siameses pueden separarse por cirugía tras el nacimiento siempre que no compartan un órgano vital.El término 'siameses' proviene de los hermanos Chang y Eng, dos hermanos nacidos en 1811 en Siam, la actual Tailandia. Chang y Eng sufrían una fusión leve: estaban unidos por la cintura a través de un tubo de tejido de unos ocho centímetros de largo y cuatro de diámetro. Por lo demás, tenían dos cabezas, dos troncos y dos pares de piernas perfectamente separados.Chang y Eng dejaron Siam en 1829 y se dejaron exhibir, durante diez años, ante los atónitos espectadores de Estados Unidos, Canadá, Cuba y Europa. Tras adoptar la nacionalidad estadounidense y fundar una granja en Carolina del Norte, se casaron en 1843 con las hermanas Sarah y Adelaide Yates. Los siameses vivían tres días con Sarah y tres días con Adelaide, y tuvieron varios hijos con cada una. Chang acabó volviéndose alcohólico, y en 1870 una trombosis le dejó paralítico. Los dos murieron en 1874, con tres horas de diferencia.