Los críticos de UPN buscan hacer incompatible la acumulación de cargos

Uno de los aspirantes ha elaborado con Sanz la ponencia ideológica del congreso

Casi nadie duda en UPN de que el actual presidente del partido y del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, será proclamado una vez más presidente de la formación regionalista en el VI congreso del partido, que se celebrará los días 3 y 4 de febrero próximos. Lo que no se esperaba es que una candidatura alternativa fuera a disputarle la presidencia del partido en un momento tan dulce. Y así va a ser. Dos son, de momento, los hombres más activos en la búsqueda de apoyos alternativos a la lista oficial de Sanz: el consejero de Obras Públicas, José Ignacio López Borderías, y el notario Francisco Javie...

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Casi nadie duda en UPN de que el actual presidente del partido y del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, será proclamado una vez más presidente de la formación regionalista en el VI congreso del partido, que se celebrará los días 3 y 4 de febrero próximos. Lo que no se esperaba es que una candidatura alternativa fuera a disputarle la presidencia del partido en un momento tan dulce. Y así va a ser. Dos son, de momento, los hombres más activos en la búsqueda de apoyos alternativos a la lista oficial de Sanz: el consejero de Obras Públicas, José Ignacio López Borderías, y el notario Francisco Javier Octavio de Toledo.Octavio, representante del ala más conservadora del partido, ha redactado, junto al propio Sanz y el diputado nacional Jaime Ignacio del Burgo, la ponencia ideológica que discutirá el partido en su congreso y que asume por vez primera la idea de la 'nacionalidad navarra'.

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El otro candidato, López Borderías, representante del ala liberal de UPN, ha expresado públicamente su deseo de potenciar 'una revolución en el partido' ante lo que considera 'importante descontento' de la militancia con el trabajo desarrollado por el aparato de la formación, controlado por lo que muchos denominan sin tapujos el clan de los corellanos, en alusión a la localidad natal tanto de Sanz como del actual portavoz parlamentario y futuro secretario general del partido, Alberto Catalán, entre otros.

López Borderías ha llegado a asegurar estos días que los afiliados regionalistas tienen ganas de darle una 'colleja' a Sanz por su forma de gestionar la política en el partido, puesto que las diferencias son más de forma que de fondo y obedecen a las disputas entre las familias regionalistas.

Según sus previsiones, más de 70 afiliados están ya comprometidos a aportar cada uno de ellos diez votos en el congreso, lo que sumaría un mínimo de 700 votos representados. 'Si tenemos en cuenta que a los congresos de UPN han acudido como mucho unas 1.200 personas y que Miguel Sanz fue elegido presidente en 1996 con 970 votos...', sugirió López Borderías en una reciente tertulia radiofónica.

Lo que el ex dirigente regionalista propugna es una apertura de la Ejecutiva a nuevas tendencias 'más plurales en su composición'. El aspirante señala que la cúpula de poder en la formación está 'cerrada' desde hace tiempo 'en torno a un mismo grupo de personas'.

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En la misma línea trabaja Octavio de Toledo, dirigente de UPN que ya en el anterior congreso del partido, en 1997, propugnó una más estricta incompatibilidad de cargos y abogó por evitar la conversión de UPN en un partido 'de políticos profesionales'.

Presión terrorista

Octavio ha resaltado la dificultad de encontrar militantes dispuestos a optar a cargos de responsabilidad debido a la presión terrorista y ha reconocido que intentará aunar fuerzas con el ex consejero López Borderías para unificar sus apoyos.

La dirección de UPN propugna abiertamente a Alberto Catalán como sustituto de Rafael Gurrea, vicepresidente del Gobierno foral y consejero de Presidencia e Interior, quien dejará la secretaría general del partido tras 16 años de trabajo.

Fuentes oficiales han reiterado su confianza en el apoyo mayoritario a las candidaturas de Sanz y de Catalán y a la opción de brindarles el derecho de elegir directamente al vicepresidente y al vicesecretario para reforzar aún más la cohesión de los equipos directivos, según un cambio estatutario que ha sido enmendado por algunos sectores disconformes con el hecho de que se arrebate a las bases el derecho a elegirlos directamente. Gurrea ya ha dicho que si Sanz le propone la vicepresidencia de UPN, la aceptará encantado.

El actual presidente de UPN y de Navarra llega al congreso en un momento de suma tranquilidad política en la región, con elevadas tasas de crecimiento económico, bajísimos niveles de paro, ausencia prácticamente total de violencia callejera, y un clima de estabilidad política posibilitado por los acuerdos alcanzados con la oposición socialista, que le han permitido aprobar los presupuestos de la legislatura sin mayores contratiempos y legislar de forma consensuada en el Parlamento foral.

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