Un hombre acusa a los Mossos de tenerle dos días a pan y agua
Un jubilado de La Seu d'Urgell, Jaume García Albiol, ha denunciado ante el Departamento de Interior del Gobierno catalán que agentes de la policía autonómica le tuvieron encerrado durante dos días 'a pan y agua' en un calabozo de la comisaría de esta ciudad leridana. El hombre, de 66 años, fue arrestado después de que su mujer le denunciara por malos tratos.
Durante las más de 48 horas que permaneció en las dependencias policiales únicamente comió dos bocadillos, lo que han confirmado fuentes de los Mossos d'Esquadra. 'Recibí un trato más propio de la Edad Media que del año 2000', asegu...
Un jubilado de La Seu d'Urgell, Jaume García Albiol, ha denunciado ante el Departamento de Interior del Gobierno catalán que agentes de la policía autonómica le tuvieron encerrado durante dos días 'a pan y agua' en un calabozo de la comisaría de esta ciudad leridana. El hombre, de 66 años, fue arrestado después de que su mujer le denunciara por malos tratos.
Durante las más de 48 horas que permaneció en las dependencias policiales únicamente comió dos bocadillos, lo que han confirmado fuentes de los Mossos d'Esquadra. 'Recibí un trato más propio de la Edad Media que del año 2000', aseguró.
García Albiol fue arrestado a las 18.00 de la tarde del 3 de diciembre y asegura que los Mossos le obligaron también a permanecer 20 minutos desnudo en un cuarto en el que no había calefacción. Ha denunciado estos hechos ante Interior y ha presentado una queja al Síndic de Greuges.
Un portavoz de los Mossos admitió que al arrestado únicamente se le sirvieron dos bocadillos mientras estuvo encerrado en la comisaría de La Seu, a pesar de que la policía estaba obligada a darle desayuno, almuerzo y cena. Este portavoz no supo explicar por qué se incumplió la normativa, aunque ha asegurado que al detenido se le dieron varios cafés, extremo que niega el jubilado, y también se le facilitó una manta porque tenía frío.
García Albiol pasó 15 días en la cárcel de Lleida y ahora está pendiente del juicio por la denuncia que presentó contra él su esposa por malos tratos. El hombre ha señalado que los mossos se dirigían a él con términos como 'franquista', que uno de los agentes llegó a amenazarle con entrar en la celda 'para romperle los dientes'. 'Otro me dijo que yo sólo tenía cojones para pegar a su mujer, cuando le supliqué un trato más humano'.