'Está tranquilo y dedicado a la lectura', dicen sus abogados

Ricardo Miguel Cavallo, en el momento de su detención, era director de Talsud, y del grupo empresarial asociado con Aplicaciones Informáticas, SA, y Gemplus Industrial, S A, que ganó la concesión del Registro Nacional de Vehículos (Renave). El trabajo del organismo establecido por el Gobierno mexicano hubiera sido regularizar la documentación de un parque automovilístico con cerca de dos millones de sus unidades ingresadas desde Estados Unidos ilegalmente, robadas o con la titularidad falsificada. El procesado desempeñó funciones similares en El Salvador y expidió licencias de conducir en la p...

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Ricardo Miguel Cavallo, en el momento de su detención, era director de Talsud, y del grupo empresarial asociado con Aplicaciones Informáticas, SA, y Gemplus Industrial, S A, que ganó la concesión del Registro Nacional de Vehículos (Renave). El trabajo del organismo establecido por el Gobierno mexicano hubiera sido regularizar la documentación de un parque automovilístico con cerca de dos millones de sus unidades ingresadas desde Estados Unidos ilegalmente, robadas o con la titularidad falsificada. El procesado desempeñó funciones similares en El Salvador y expidió licencias de conducir en la provincia argentina de Mendoza. De las seis empresas que participaron en la subasta para dirigir Renave, cinco fueron declaradas insolventes. Poco después de la detención se suicidó, en extrañas circunstancias, uno de los funcionarios que participaron en la concesión del contrato al grupo.

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La muerte condujo a todo tipo de hipótesis sobre la limpieza de la subasta. Cavallo negó siempre los hechos imputados, 423 delitos en la solicitud de extradición, y no efectuó declaraciones desde su encarcelamiento en el Reclusorio Oriente, de la capital federal, donde permanece 'tranquilo y dedicado a la lectura', según sus abogados. Fue detenido a las 11.15 de la mañana del 24 de agosto por los 15 policías mexicanos que irrumpieron en el aeropuerto de Cancún.

El sospechoso era pasajero en el vuelo 1691 de Aeroméxico rumbo a Buenos Aires procedente de Ciudad de México. Fue bajado del avión y trasladado a una comisaría. Ningún sospechoso de crímenes contra la humanidad en tiempos de paz ha podido ser juzgado a petición de juez civil, según el presidente de la Academia Mexicana de Derechos Humanos, el jurista Miguel de la Concha. Los juicios de Núremberg y Tokio, al fin de la Segunda Guerra Mundial, fueron desarrollados por tribunales especiales a instancia de Estados beligerantes, concretamente de EE UU, Francia y la Unión Soviética.

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