Industria pondrá orden con un plan territorial a la extracción sin control de arcillas cerámicas

La Consejería de Industria y Comercio ha sacado a concurso, por 30 millones de pesetas, la elaboración de un Plan de Ordenación de los Recursos Minerales de la Comunidad Valenciana centrado en las arcillas cerámicas, materia prima necesaria para uno de los sectores con más peso en el producto interior bruto valenciano. Pretende ordenar así un sector minero que afecta sobre todo a las comarcas de Los Serranos, en Valencia, y L'Alcalatén, en Castellón. Los ecologistas denuncian que allí operan decenas de explotaciones ilegales que siembran de agujeros multitud de municipios.

Pese a las de...

La Consejería de Industria y Comercio ha sacado a concurso, por 30 millones de pesetas, la elaboración de un Plan de Ordenación de los Recursos Minerales de la Comunidad Valenciana centrado en las arcillas cerámicas, materia prima necesaria para uno de los sectores con más peso en el producto interior bruto valenciano. Pretende ordenar así un sector minero que afecta sobre todo a las comarcas de Los Serranos, en Valencia, y L'Alcalatén, en Castellón. Los ecologistas denuncian que allí operan decenas de explotaciones ilegales que siembran de agujeros multitud de municipios.

Pese a las denuncias de los ecologistas, Industria asegura que no tiene constancia de estas irregularidades. En la Comunidad Valenciana hay entre 80 y 100 minas de arcilla autorizadas, el 60% de ellas en la provincia de Valencia. Y según la consejería extraen alrededor de 7,5 millones de toneladas anuales, que alimentan a las grandes azulejeras ubicadas, en su mayor parte, en Castellón. 'Se trata de un sector muy importante tanto desde el punto de vista cuantitativo, por su peso económico, como cualitativo', asegura José Monzonís, director general de Industria. Por eso, el plan pretende 'la ordenación del territorio compatibilizando los planeamientos urbanísticos con las concesiones mineras existentes y con las que en el futuro se puedan instalar'.

El plan territorial, que previsiblemente se aprobará antes de final de año tras una fase de exposición pública, se enmarca dentro de una estrategia iniciada el año pasado por la consejería para ordenar la minería y que se basa en tres líneas fundamentales: la mejora de la seguridad laboral de los trabajadores, las restauración de las minas y canteras abandonadas que por ser anteriores a la última ley de Minas no tenían obligación de repararse y, por último, los planes de acción territorial en cinco subsectores dependientes de Industria: las arcillas, los áridos (para la construcción), el mármol, las sales marinas y las aguas termales.

Aunque Monzonís asegura que Industria no tiene constancia de que haya explotaciones que carezcan del permiso de Industria ( eso no significa que las concesiones administrativas dependan siempre 'de la obtención del resto de autorizaciones y permisos correspondientes', matiza), los ecologistas denuncian que las explotaciones ilegales proliferan sin control.

Desde Ecologistas en Acción-La Serranía, apuntan que un municipio como Andilla, íntegramente clasificado como suelo de especial protección, sufre el acoso de las palas excavadoras ante la impasibilidad de Industria, de Obras Públicas, responsable del respeto a los planeamientos urbanísticos, de Medio Ambiente, con competencias en la transformación del entorno natural, y hasta de Hacienda, que debería actuar sobre unas actividades que generan miles de millones de pesetas pero que no pagan impuestos de actividades.

Según los ecologistas, más de 600 camiones extraen a diario de 12.000 a 15.000 toneladas de arcilla sólo en el término de Andilla.