De vuelta del exilio

Antonio García Barón, El Español, superviviente del campo de concentración nazi de Mauthausen y protagonista del libro de Manu Leguineche El precio del paraíso, está por primera vez en España desde que en el año 1939 cruzó la frontera de Francia hacia un larguísimo exilio.

He tenido la ocasión de acudir a una de sus charlas y, entre los abundantes datos que aporta acerca del horror vivido, me sorprende oírle decir que el régimen de Franco trató de influir ante las autoridades nazis para que los republicanos españoles presos en la Segunda Guerra Mundial fueran llevados masi...

Antonio García Barón, El Español, superviviente del campo de concentración nazi de Mauthausen y protagonista del libro de Manu Leguineche El precio del paraíso, está por primera vez en España desde que en el año 1939 cruzó la frontera de Francia hacia un larguísimo exilio.

He tenido la ocasión de acudir a una de sus charlas y, entre los abundantes datos que aporta acerca del horror vivido, me sorprende oírle decir que el régimen de Franco trató de influir ante las autoridades nazis para que los republicanos españoles presos en la Segunda Guerra Mundial fueran llevados masivamente a los campos de concentración, con los resultados por todos conocidos.

No sé qué dirán los historiadores al respecto, pero no me extraña ese intento de acabar con los republicanos de fuera, tanto más cuanto que, con los de dentro, Franco perpetraba una auténtica carnicería, que significó la muerte de alrededor de 50.000 presos republicanos desde el final de la guerra hasta el año 1945, según coinciden la mayoría de los historiadores.

Antonio García se extrañaba de que estos datos apenas se conocieran en España y que no se enseñaran en las escuelas; tampoco lograba entender cómo el siniestro general que dio el golpe de Estado contra el Gobierno legítimo de la República y principal culpable de la guerra civil siguiera figurando en calles y plazas como si nada hubiera pasado.

Lamentaba, en fin, el olvido de la sociedad española (ahora que supuestos protagonistas de la transición surgen por todos lados) para los que sin ninguna duda defendieron una democracia recién salida de las urnas contra el totalitarismo, pagando un altísimo precio: el exilio, los campos de concentración o la propia vida.-