Madrid modificará la alerta por ozono para avisar antes
El Ayuntamiento de Madrid quiere reducir los actuales niveles de alerta por ozono troposférico para poder avisar antes a la población. El ozono es un contaminante que se produce por la incidencia de los rayos solares sobre la polución urbana. En elevadas concentraciones puede provocar molestias y alteraciones respiratorias en ancianos, niños y asmáticos. La legislación actual obliga a las autoridades a tomar medidas cuando se superan los 360 microgramos por metro cúbico de aire. A partir de ese momento, el Ayuntamiento puede cortar el tráfico de las zonas afectadas, prohibir la carga y descarg...
El Ayuntamiento de Madrid quiere reducir los actuales niveles de alerta por ozono troposférico para poder avisar antes a la población. El ozono es un contaminante que se produce por la incidencia de los rayos solares sobre la polución urbana. En elevadas concentraciones puede provocar molestias y alteraciones respiratorias en ancianos, niños y asmáticos. La legislación actual obliga a las autoridades a tomar medidas cuando se superan los 360 microgramos por metro cúbico de aire. A partir de ese momento, el Ayuntamiento puede cortar el tráfico de las zonas afectadas, prohibir la carga y descarga en las áreas con mayores concentraciones de ozono o regular el funcionamiento de las empresas más contaminantes. Pero la nueva ordenanza municipal que prepara la concejalía de Medio Ambiente reduce de 360 a sólo 240 microgramos el umbral de alerta. Esta ordenanza se anticipa a una propuesta de directiva europea que entrará en vigor en 2010.
De todas formas, Adriano García-Loygorri, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento, recuerda que los niveles de ozono troposférico no son demasiado altos en la capital. Un reciente informe municipal revela que en el verano pasado, entre los meses de junio y septiembre, las estaciones municipales llevaron a cabo 33.000 mediciones. De ellas, en sólo dos ocasiones se superaron los niveles de preaviso o información (180 microgramos). Fueron las estaciones de la glorieta del Emperador Carlos V (185 microgramos) y Cuatro Caminos (191), ambas el pasado 24 de junio.
García-Loygorri asegura también que la calidad de aire madrileño mejora año tras año gracias a la disminución de los agentes contaminantes. La eliminación de las calderas de carbón o la utilización de combustibles sin plomo, por ejemplo, han permitido reducir los niveles de CO2 y de partículas. Madrid emitió el año pasado 5.000 toneladas menos de dióxido de azufre que en 1990 y 1.000 toneladas menos de partículas que hace diez años.