Un detenido por apuñalar a un sacerdote en Gandia
La Policía Nacional de Gandia detuvo ayer a un hombre supuestamente relacionado con el apuñalamiento, hace una semana, del sacerdote Priscilio Ruiz Picazo, asesor en materia de sectas de la Conferencia Episcopal y del Arzobispado de Valencia. El detenido, cuya identidad no trascendió, prestó declaración en la comisaría de Gandia, aunque al cierre de esta edición no había pasado a disposición judicial. El párroco abandonó el hospital Francesc de Borja el fin de semana de forma precipitada. La agencia de prensa del arzobispado, AVAN, emitió ayer un comunicado en el que aseguraba que Ruiz continu...
La Policía Nacional de Gandia detuvo ayer a un hombre supuestamente relacionado con el apuñalamiento, hace una semana, del sacerdote Priscilio Ruiz Picazo, asesor en materia de sectas de la Conferencia Episcopal y del Arzobispado de Valencia. El detenido, cuya identidad no trascendió, prestó declaración en la comisaría de Gandia, aunque al cierre de esta edición no había pasado a disposición judicial. El párroco abandonó el hospital Francesc de Borja el fin de semana de forma precipitada. La agencia de prensa del arzobispado, AVAN, emitió ayer un comunicado en el que aseguraba que Ruiz continuaba su convalecencia fuera del hospital, y el párroco decía que no se incorporaría a su actividad, en la iglesia gandiense de San José, hasta "su completa recuperación".
El sacerdote salió al paso de las hipótesis que han empezado a circular en torno al caso, y que cuestionan la versión oficial ofrecida apresuradamente por el arzobispado el día del suceso, y que ha cambiado hasta en tres ocasiones. Primero atribuyeron la autoría de la agresión a miembros de un grupo sectario dedicado a "ritos satánicos". El propio arzobispado tuvo que matizar al día siguiente sus afirmaciones, sin descartar entre los autores a "un ladrón o una persona relacionada con las drogas". Ayer, el párroco insistía que en el momento de la agresión se encontraba "investigando en la zona de una secta", ahora al parecer neonazi, y negaba "cualquier otra motivación".
La policía ha descartado el móvil de la secta. Fuentes del caso lamentan la actitud del arzobispado por "entorpecer la acción policial y confundir a la opinión pública".