La Royal Navy considera que el riesgo de trasladar el 'Tireless' al Reino Unido es "bajo"

La Royal Navy considera que el riesgo de remolcar al submarino nuclear Tireless, averiado en Gibraltar desde mayo, hasta una base naval británica es "bajo". Así lo asegura un informe elaborado el 18 de agosto por el capitán de navío Peter Hurford, que preside el Panel Nuclear Regulador de la Armada británica, el organismo responsable de la seguridad nuclear militar naval. A pesar de ello, las autoridades británicas se resisten a poner en marcha el traslado y persisten en repararlo en el Peñón, aunque de forma provisional. La avería sólo quedará del todo subsanada cuando el Tireless regrese al ...

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La Royal Navy considera que el riesgo de remolcar al submarino nuclear Tireless, averiado en Gibraltar desde mayo, hasta una base naval británica es "bajo". Así lo asegura un informe elaborado el 18 de agosto por el capitán de navío Peter Hurford, que preside el Panel Nuclear Regulador de la Armada británica, el organismo responsable de la seguridad nuclear militar naval. A pesar de ello, las autoridades británicas se resisten a poner en marcha el traslado y persisten en repararlo en el Peñón, aunque de forma provisional. La avería sólo quedará del todo subsanada cuando el Tireless regrese al Reino Unido.

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El informe de agosto de Hurford no está dedicado al traslado del submarino pero hace una mención a este asunto. En el párrafo que le consagra señala que remolcar el buque es factible y que incluso se han efectuado preparaciones detalladas que incluyen la fabricación de un armazón de seguridad que lo protege de choques e impide que vuelque. El riesgo de este traslado es, recalca, "bajo", según indican fuentes de la Administración conocedoras del documento.¿Por qué entonces no se ha llevado a cabo? Hurford responde en el mismo párrafo que el riesgo de efectuar la reparación en la base naval británica de Devonport o en Gibraltar, cuyas instalaciones han sido mejoradas para poder trabajar con la necesaria seguridad, es similar. De ahí que, como el traslado supone un riesgo adicional, por muy bajo que sea, es preferible seguir adelante con la reparación en la colonia.

El documento de Hurford pone de relieve que la Royal Navy ha elaborado al menos un informe sobre las modalidades y riesgos que entraña el traslado del sumergible.

Al Gobierno español, sin embargo, las autoridades británicas no le han suministrado ningún informe en profundidad sobre el traslado, según el Consejo de Seguridad Nuclear español, ni tampoco lo ha pedido. Sólo dispone hasta la fecha de unas reflexiones vagas recogidas por el secretario del Foreign Office, Robin Cook, en una carta enviada en julio a su homólogo español, Josep Piqué.

En teoría existen tres modalidades de traslado. La primera consiste en navegar lentamente con el motor diesel del submarino -como hizo el Tireless en mayo entre Sicilia y la Roca-, la segunda es remolcarlo y la tercera supone subirlo con gruas a bordo de un gran carguero en el que debe ser previamente instalado un sistema de refrigeración por agua para evitar que el reactor se caliente.

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Dos meses después de que en agosto Hurford redactase ese informe, la Royal Navy descubrió que la grieta en el sistema de refrigeración del reactor nuclear del submarino era de mayor envergadura de lo previsto y obedecía a una fatiga de los materiales. Tomó entonces la decisión de retirar otros 11 submarinos nucleares de características similares.

En opinión de varios expertos en seguridad nuclear, la mayor envergadura de la avería no modifica el análisis de Hurford sobre el escaso riesgo del traslado.

En teoría, la reparación del Tireless debe estar concluida en marzo. A finales de noviembre se cortó la parte defectuosa de la tubería y se llevó al Reino Unido para su análisis en laboratorio y para fabricar otra idéntica. A finales de enero debería empezar a ser soldada la nueva pieza en el submarino.

Es posible, sin embargo, que esta operación se retrase. La Royal Navy ha tomado ya la firme decisión de efectuar primero esta soldadura en otro submarino, el Torbay, atracado en Devonport desde octubre. Sólo cuando las pruebas de presión permitan establecer que la reparación del Torbay ha sido un éxito, el mismo equipo de soldadores viajará al Peñón para repetir la operación con el Tireless.

Si Londres no consigue que el Tireless esté listo, en marzo o abril, para navegar propulsado por su reactor, es probable que reconsidere la opción de remolcarlo cuando en mayo vuelva el bueno tiempo.

Otro documento elaborado por Hurford, esta vez con fecha del 11 de diciembre, deja claro que la reparación que la Royal Navy va a efectuar en el Tireless es de naturaleza algo diferente a la de los otros 11 submarinos. Éstos serán reparados en profundidad.

Con el Tireless, en cambio, se trata de hacer un arreglo provisional pero, no obstante, "fiable" como para que pueda recorrer, propulsado por su reactor, los 1.700 kilómetros que separan Gibraltar de Devoport, donde se llevaría a cabo su reparación definitiva.

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