Las agencias de seguridad piden al Gobierno británico que les permita leer los correos electrónicos privados

En un gesto sin precedentes, los servicios secretos británicos, las agencias oficiales de seguridad y aduanas y la policía, han pedido al Gobierno que les permita tener acceso a todas las llamadas de teléfono, correo electrónico y comunicaciones a través de Internet efectuados por ciudadanos particulares en el Reino Unido. Dicho control de la vida privada de los contribuyentes serviría, según los solicitantes, para probar la inocencia o culpabilidad de cualquier detenido.Horrorizadas por lo que consideran un asalto al derecho a la intimidad, las asociaciones en defensa de las libertades civile...

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En un gesto sin precedentes, los servicios secretos británicos, las agencias oficiales de seguridad y aduanas y la policía, han pedido al Gobierno que les permita tener acceso a todas las llamadas de teléfono, correo electrónico y comunicaciones a través de Internet efectuados por ciudadanos particulares en el Reino Unido. Dicho control de la vida privada de los contribuyentes serviría, según los solicitantes, para probar la inocencia o culpabilidad de cualquier detenido.Horrorizadas por lo que consideran un asalto al derecho a la intimidad, las asociaciones en defensa de las libertades civiles han anunciado que apelarán al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo si el Ejecutivo cede a este tipo de presiones.

La petición no es todavía formal, pero aparece en un documento interno elaborado por el Servicio Nacional de Inteligencia Criminal en nombre de la Asociación de Jefes de Policía y la dirección de los servicios secretos nacionales (MI5) e internacionales (MI6). "Para que el proyecto cumpliera sus objetivos, esto es, proteger a la sociedad, los datos deberían almacenarse por lo menos durante siete años. De este modo, acabarían formando un banco de datos similar al de muestras de ADN guardado ya por la policía", en palabras de Roger Gaspar, subdirector del Servicio de Inteligencia. El Ministerio de Interior, que admite haber recibido a representantes "del orden y la seguridad nacionales" con este objeto, asegura no haber tomado decisión alguna, ya que los planes forzarían un cambio en la leyes que protegen la intimidad.

Para Liberty, uno de los grupos en defensa de las libertades civiles más activos del país, grabar hasta las conversaciones más banales efectuadas por los británicos con sus teléfonos portátiles constituiría una aberración. "No sólo estaríamos violando la Convención Europea de Derechos Humanos. Sería un asalto a la vida privada de todos pensar que estamos siendo escuchados las 24 horas del día", han señalado sus portavoces.

Las leyes británicas permiten a la policía leer cualquier mensaje enviado a través del correo electrónico sin pedir permiso a los particulares. Ello faculta a los agentes a combatir las redes de pederastas, narcotráfico y crimen organizado.

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