¿A qué viene eso?

El director de la revista de historia L'Avenç, al hacer el elogio fúnebre de Ernest Lluch (EL PAÍS, 23 de noviembre), echa su cuarto a espadas y, sin venir a cuento, llama franquista a la ciudad de Santander y dice que E. Lluch sabía (!) "que el más perjudicial de los nacionalismos era el español". ¿A qué viene eso? ¿Qué añade al elogio? ¿Quiere decir que hay nacionalismos buenos y nacionalismos malos? Todos los nacionalismos son básicamente iguales, independientemente de su praxis. No puede disculparse ninguno fundamentándose en la subjetividad de nadie. Su escrito perjudica al elogiad...

El director de la revista de historia L'Avenç, al hacer el elogio fúnebre de Ernest Lluch (EL PAÍS, 23 de noviembre), echa su cuarto a espadas y, sin venir a cuento, llama franquista a la ciudad de Santander y dice que E. Lluch sabía (!) "que el más perjudicial de los nacionalismos era el español". ¿A qué viene eso? ¿Qué añade al elogio? ¿Quiere decir que hay nacionalismos buenos y nacionalismos malos? Todos los nacionalismos son básicamente iguales, independientemente de su praxis. No puede disculparse ninguno fundamentándose en la subjetividad de nadie. Su escrito perjudica al elogiado. No creo que al profesor Lluch le hubiese gustado su necrológica. El talante democrático de éste y su buena voluntad no admiten dudas ni necesitan muletas. Sus logros ministeriales en el campo de la sanidad, de gran importancia los más, estuvieron contrapesados por errores difíciles de subsanar, que aún hoy padecen administrativamente las instituciones hospitalarias; pero eso no empece al reconocimiento de su demostrado interés en corregir errores consultando a los que podían ayudarle. Busque el director de L'Avenç prosélitos en su terreno, con otros argumentos y, si es posible, en otras circunstancias. No viene al caso la intoxicación. La razón no se compadece de ello.- Médico.