Rambla cierra filas con Montoro y defiende el equilibrio presupuestario

Vicente Rambla, consejero de Hacienda, acudió ayer con los deberes bien hechos a la polémica reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera en la que Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, exigió a los responsables de las cuentas públicas de todos los gobiernos autonómicos que apliquen a rajatabla las directrices del Estado sobre equilibrio presupuestario. Rambla cerró filas con el ministro, cuya pretensión de fijar por ley la estabilidad de las cuentas públicas le enfrentó a vascos y socialistas.

La reunión del órgano que reúne a todos los responsables autonómicos de Hacienda co...

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Vicente Rambla, consejero de Hacienda, acudió ayer con los deberes bien hechos a la polémica reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera en la que Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, exigió a los responsables de las cuentas públicas de todos los gobiernos autonómicos que apliquen a rajatabla las directrices del Estado sobre equilibrio presupuestario. Rambla cerró filas con el ministro, cuya pretensión de fijar por ley la estabilidad de las cuentas públicas le enfrentó a vascos y socialistas.

La reunión del órgano que reúne a todos los responsables autonómicos de Hacienda con el ministro del ramo respondió a las expectativas. Los vascos denunciaron que la pretensión del Gobierno de imponer por ley el equilibrio presupuestario a todas las comunidades autónomas vulnera su soberanía en materia financiera. Los representantes socialistas, por su parte, insistieron en vincular las exigencias que el Gobierno pretende regular por ley a un nuevo modelo de financiación autonómica que dote a los gobiernos regionales con los fondos necesarios para ejercer las competencias cedidas por el Estado a las distintas comunidades.Rambla llegó al Ministerio de Hacienda en una tesitura complicada. Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, formuló hace año y medio una propuesta de financiación autonómica que apunta hacia una mayor participación de los gobiernos regionales en la gestión de los ingresos tributarios para avanzar en la denominada corresponsabilidad fiscal.

Una fuente estatal del PP sugería a media tarde que Rambla disfrutaba de una oportunidad para "airear" el modelo Zaplana de financiación autonómica ante el órgano que debe debatir la cuestión a partir del próximo mes de enero. Pero ayer, el responsable de Hacienda renunció a hacer patria y optó por cerrar filas con las tesis del Ministerio de Hacienda. Mientras los consejeros socialistas exigían conocer el volumen de los ingresos con los que podrán contar en el futuro, los populares aceptaron disciplinadamente las propuestas de Montoro. Cualquier mención a la iniciativa de Zaplana habría provocado fisuras en la posición oficial del PP. Pero la renuncia a plantear la cuestión pone en entredicho la autoría de la propuesta.

Los catalanes, que han insistido en vincular la financiación autonómica incluso al debate de los presupuestos del Estado, ni siquiera participaron en el consejo.

Rambla acudió a la reunión con los deberes cumplidos. El presupuesto de la Generalitat para 2001 responde, al menos formalmente, a las directrices estatales que exigen el equilibrio entre gastos e ingresos para alcanzar el objetivo del déficit cero, una exigencia que responde, a su vez, a las órdenes dictadas por la Unión Europea.

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