"El tráfico es la mayor dificultad para los bomberos"

Si los pilotos de avión miden su experiencia en horas de vuelo, los bomberos lo hacen en horas de fuego. Juan Redondo, el inspector jefe del servicio de extinción de incendios de Madrid, ha acumulado 690 horas de fuego en su historial. A sus 46 años es ya todo un veterano: pasó cinco años prestando servicio en el Parque Primero de Madrid, en la calle de Santa Engracia; ascendió a jefe de sección del servicio de extinción, donde estuvo siete años en el cargo, y lleva los últimos cuatro como inspector jefe. Tres accidentes en acto de servicio le marcaron para siempre. El primero lo sufrió en 198...

Si los pilotos de avión miden su experiencia en horas de vuelo, los bomberos lo hacen en horas de fuego. Juan Redondo, el inspector jefe del servicio de extinción de incendios de Madrid, ha acumulado 690 horas de fuego en su historial. A sus 46 años es ya todo un veterano: pasó cinco años prestando servicio en el Parque Primero de Madrid, en la calle de Santa Engracia; ascendió a jefe de sección del servicio de extinción, donde estuvo siete años en el cargo, y lleva los últimos cuatro como inspector jefe. Tres accidentes en acto de servicio le marcaron para siempre. El primero lo sufrió en 1989, cuando apagaba el incendio de una imprenta de la Ronda de Segovia: cayó al vacío desde una altura de cinco metros, sufrió el aplastamiento y la fisura de la segunda vértebra. Luego padeció dos accidentes de tráfico, y los coches de bomberos en los que viajaba quedaron para el desgüace. Uno de estos accidentes ocurrió cuando acudía al atentado de ETA contra José María Aznar, presidente del Gobierno. El otro, cuando acudió a un fuego que se cobró la vida de dos niños chinos que estaban solos en su domicilio, en el barrio de Lavapiés. La mejor terapia para Redondo es el sonido de las sirenas y la tensión que se vive dentro de un coche de bomberos camino de un fuego.Pregunta. ¿Cuál es el siniestro más duro en el que puede intervenir un bombero?

Respuesta. Los atentados de ETA. Los bomberos de Madrid tienen el dudoso honor de ser los más expertos de España en la intervención en atentados. Un bombero que acude a un atentado acude al siniestro a sabiendas de que ya no puede hacer nada por salvar a las víctimas. Eso genera un sentimiento interior de rabia e impotencia indescriptible.

P. ¿Cuáles son las mayores dificultades con las que se encuentran los bomberos en Madrid?

R. La principal dificultad con la que se topan los bomberos a la hora de acudir a un siniestro es el tráfico de la ciudad. Unos segundos son fundamentales para apagar un fuego o para salvar una vida en un accidente de circulación, y el tráfico muchas veces nos impide llegar cuando nos gustaría. Los bolardos en el distrito de Centro nos han dejado muchos rasponazos en los coches de extinción, pero sirven para evitar que los coches mal aparcados nos impidan el paso.

P. Madrid acoge en diciembre el I Foro Internacional de Bomberos en la Hostelería. ¿Para qué?

R. En Madrid hay alrededor de un millar de hoteles y unas 100.000 plazas hoteleras. La mayor preocupación de los clientes de hoteles es la seguridad contra incendios. Por eso se ha creado ese foro internacional, para que los jefes de bomberos de los principales ayuntamientos de España, más otros llegados de EE UU, se reúnan para crear un documento con las últimas novedades en materia de prevención y extinción de fuegos en hoteles y grandes edificios.