El sueldo de los funcionarios
El Estado ha dejado recientemente de ingresar muchos billones de pesetas por su "afortunada" gestión de las licencias de telefonía móvil de tercera generación; todos los españoles estamos pagando los llamados costes de transición a la competencia de las eléctricas, que suponen un 4,5% del recibo de la luz, mientras que nuestras grandes compañías eléctricas, léase Endesa e Iberdrola, se fusionan (será para competir mejor); la Caixa obtiene un beneficio neto de 103.722 millones en los nueve primeros meses del año, lo que supone un 20% más que en el mismo periodo del año anterior; el BBV obtiene ...
El Estado ha dejado recientemente de ingresar muchos billones de pesetas por su "afortunada" gestión de las licencias de telefonía móvil de tercera generación; todos los españoles estamos pagando los llamados costes de transición a la competencia de las eléctricas, que suponen un 4,5% del recibo de la luz, mientras que nuestras grandes compañías eléctricas, léase Endesa e Iberdrola, se fusionan (será para competir mejor); la Caixa obtiene un beneficio neto de 103.722 millones en los nueve primeros meses del año, lo que supone un 20% más que en el mismo periodo del año anterior; el BBV obtiene una ganancia de 260.500 millones en los nueve primeros meses del año, un 27% más que el año pasado; el BSCH un 35,6% más que en 1999; REPSOL triplica sus beneficios...A todo esto, el déficit del Estado baja medio billón de pesetas de enero a septiembre; el Parlamento europeo critica al Banco Central europeo por subir los sueldos un 38% y el Parlamento español está pensando en hacer lo mismo, no sé si en la misma proporción que el Banco del euro. Por si fuera poco, los promotores de viviendas reclaman un alza de hasta el 20% en el precio de las Viviendas de Protección Oficial.
Con este próspero panorama macroeconómico de fondo, nuestro rumboso Gobierno quiere subirnos un generoso 2% a los funcionarios públicos. Está claro que la convergencia europea debe realizarse a costa de la microeconomía, al precio de recortar gastos en la parte más débil, que es la del trabajador.
Pero resulta que los servicios que ofrece la Administración son cada vez más precarios, que los contratos son cada vez más provisionales, que muchas parcelas del sector público se están privatizando, lo que desemboca en una realidad en la que va a ser imposible que el Estado proporcione unos servicios de calidad a los ciudadanos.
Es patente que los empleados públicos llevamos muchos años perdiendo poder adquisitivo, concretamente más de 12 puntos en los siete últimos años, porque en determinado momento, las dos grandes centrales sindicales, CC OO y UGT, eliminaron de las reivindicaciones de los trabajadores, cuyos intereses dicen representar y defender, la cláusula de revisión salarial. Estos sindicatos convocan ahora una huelga motivada por la pérdida de poder adquisitivo de la que ellos mismos no pueden esconder, aunque lo intentan, su parte alícuota de responsabilidad con el Gobierno.
Estas organizaciones sindicales exigen una subida del 4,7% porque al 2% que ofrece la Administración le suman un 1,7% de recuperación del poder adquisitivo de este año y un 1% de lo no percibido en años anteriores. Puestos a pedir recuperación, estimo que deberían haber sido más valientes y exigir al menos un 3% para que se note algo en nuestros bolsillos. Pero mucho me temo que estas movilizaciones quedarán en agua de borrajas, porque estos sindicatos no pueden subírsele demasiado a las barbas de aquellos que les mantienen. El Tribunal de Cuentas tiene mucho que decir a propósito de las irregularidades que se han venido perpetrando en el organismo que se creó para la Formación Continua de los Trabajadores. Ahora creo que lo van a jubilar, y a constituir una fundación algo más transparente en la gestión de los fondos asignados a este menester.
Por tanto, creo que los funcionarios públicos, ante este horizonte, con unas grandes empresas y una Administración que se están hinchando, y unos sindicatos mayoritarios maniatados que no quieren ni pueden oponerse a las decisiones del Ejecutivo, deberíamos movilizarnos, pero denunciando al mismo tiempo la inoperancia de CC OO, UGT y CSIF, y exigiendo una subida del 6,9% que garantice la recuperación de lo perdido y la participación en el reparto del inmenso pastel de beneficios de empresas públicas y privadas, la cláusula de revisión salarial, por el mantenimiento del empleo público de calidad y por el aumento del salario mínimo interprofesional hasta las 100.000 pesetas.- Pilar Balches Sánchez. Jaén.