Azkuna presenta su proyecto para convertir la Alhóndiga en un complejo cultural y deportivo
El Ayuntamiento de Bilbao presentó ayer el enésimo proyecto para uno de los edificios emblemáticos de la villa, la Alhóndiga, levantada a comienzos de siglo. Lo que fuera almacén de vinos hasta 1976 se convertirá "en cuatro o cinco años" en un centro de actividades culturales y deportivas sobre un aparcamiento reservado básicamente a los vecinos. La opción definitiva se aleja de los grandiosos proyectos barajados por anteriores corporaciones. El alcalde, Iñaki Azkuna, presentó ayer el proyecto acompañado por los portavoces municipales del PP y el PSE.
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El Ayuntamiento de Bilbao presentó ayer el enésimo proyecto para uno de los edificios emblemáticos de la villa, la Alhóndiga, levantada a comienzos de siglo. Lo que fuera almacén de vinos hasta 1976 se convertirá "en cuatro o cinco años" en un centro de actividades culturales y deportivas sobre un aparcamiento reservado básicamente a los vecinos. La opción definitiva se aleja de los grandiosos proyectos barajados por anteriores corporaciones. El alcalde, Iñaki Azkuna, presentó ayer el proyecto acompañado por los portavoces municipales del PP y el PSE.
Dar un uso público a la Alhóndiga que combine lo cultural con lo deportivo es uno de los dos grandes retos que el regidor Azkuna se ha propuesto para el mandato que asumió hace casi año y medio. El otro es la rehabilitación de Bilbao la Vieja, idea que ya ha dado sus primeros pasos.Azkuna ofició ayer en el Ayuntamiento de Bilbao lo que definió como "el pistoletazo de salida oficial" al proyecto arquitectónico para reconvertir el antiguo almacén de vinos en un centro donde se desarrollen actividades culturales y deportivas.
Dos piscinas, un solárium, varias instalaciones para hacer ejercicio físico, una completa biblioteca, con ludoteca y archivo de medios de comunicación incluidos, una pequeña sala de conciertos, otra sala para exposiciones y un atrio acristalado -"realmente soberbio", en palabras del alcalde- que sobresaldrá por encima del edificiocon capacidad para mil personas serán las estancias principales. En el subsuelo, habrá 660 plazas de aparcamiento, la mayoría para residentes.
Las obras se harán y estrenarán por fases. Rondarán los 6.000 millones de pesetas. Ya hay reservados casi 1.800 millones: mil, procedentes de Bilbao Ría 200 y el resto, de las arcas municipales. Lo que falta lo deberán lograr "entre todos", según Azkuna, "rascando los presupuestos". Los trabajos empezarán inmediatamente, aseguró el alcalde. El derribo de los bloques de hormigón que existen en el interior de las fachadas originales empezará "la segunda quincena de diciembre".
La Alhóndiga es un edificio de estilo modernista ubicado en el Ensanche que ocupa una manzana y que fue construido por Ricado Bastida en 1909. A finales de los ochenta, el entonces alcalde, José María Gorordo, apoyado por Jorge Oteiza pensó en crear allí un centro cultural bajo un cubo de cristal de 85 metros de altura. Su sucesor, Josu Ortuondo, quiso que la Fundación Guggenheim instalara allí su museo. Y hace unos tres años se barajó convertirlo en un enorme frontón.
El primer edil subrayó que el de la Alhóndiga "es un proyecto que exige un esfuezo común" . Solicitaba así al popular Antonio Basagoiti y al socialista Dimas Sañudo apoyo para que esta vez sí cuajen las ideas plasmadas en papel. Azkuna explicó que la fórmula de gestión del centro está por concretar.
El abandonado almacén ocupa unos 30.000 metros cuadrados. La nueva Alhóndiga no estará firmada por un arquitecto de renombre internacional. El proyecto ha sido elaborado por el gabinete de arquitectura del propio Ayuntamiento de Bilbao, que dirige Elías Mas.