Desmantelada una red que falsificó 28.000 tarjetas de Canal Satélite

La Operación Satélite, iniciada en el mes de octubre, ha propiciado la detención de tres presuntos estafadores, la incautación de 800 tarjetas falsas de Canal Satélite Digital, programas informáticos para cargar los códigos en las tarjetas y diversa documentación.La información que la Guardia Civil ha extraído de esta red de falsificación y comercialización apunta a que, en lo que va de año, han sido vendidas 28.000 tarjetas falsas y unos 500 programadores de las mencionadas tarjetas, lo que eleva el fraude a un total de 600 millones de pesetas. Estos datos reflejan las operaciones que los det...

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La Operación Satélite, iniciada en el mes de octubre, ha propiciado la detención de tres presuntos estafadores, la incautación de 800 tarjetas falsas de Canal Satélite Digital, programas informáticos para cargar los códigos en las tarjetas y diversa documentación.La información que la Guardia Civil ha extraído de esta red de falsificación y comercialización apunta a que, en lo que va de año, han sido vendidas 28.000 tarjetas falsas y unos 500 programadores de las mencionadas tarjetas, lo que eleva el fraude a un total de 600 millones de pesetas. Estos datos reflejan las operaciones que los detenidos han realizado en Andalucía.Las actuaciones policiales, que se han desarrollado en Sevilla, Málaga y Córdoba, comenzaron a principios de octubre, cuando la Guardia Civil se incautó de 52 tarjetas falsas, así como de programas informáticos en Rute (Córdoba), lo que propició la detención de F. R. D. y R. R. D., de 23 y 22 años, respectivamente.

La investigación continuó y el pasado miércoles fue inspeccionada una nave industrial del polígono de San Luis en Málaga en la que, según la Guardia Civil, se fabricaban las tarjetas en el local de una empresa tapadera de videojuegos. Los agentes retiraron 768 tarjetas falsas y detuvieron a I. S. M., de 27 años, vecino de Málaga y presunto cabecilla de la organización.

La red de falsificación ofrecía su producto a través de chats y foros de Internet. Las ventas se concretaban por medio de correos electrónicos o mediante los citados chats. Una vez cerrado el trato, un grupo de distribuidores recibía partidas de 200 o 250 tarjetas, que costaban entre 15.000 y 20.000 pesetas cada una, para entregarlas a los usuarios finales.

En el proceso de fabricación, los presuntos estafadores utilizaban dispositivos especiales en los que introducían la tarjeta. Tras la descarga de un programa, insertaban una serie de códigos que permitían descifrar la señal de Canal Satélite Digital. La red de falsificadores conseguía en el mercado europeo algunos de los elementos para elaborar los dispositivos, mientras que otros componentes eran confeccionados por uno de los detenidos.

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