La muerte de dos trabajadores eleva a cinco las víctimas en accidente laboral en 48 horas

La muerte, ayer, de dos trabajadores elevó a cinco las víctimas de accidentes laborales en sólo 48 horas: un obrero falleció aplastado por una máquina en las obras de un chalé en El Escorial, y otro perdió la vida en el vertedero de Valdemingómez, al quedar sepultado bajo cientos de kilos de basuras. Un tercer trabajador resultó herido grave al caer desde una plataforma situada a unos 10 metros de altura. Los sindicatos anuncian movilizaciones por la "inseguridad laboral". La Consejería de Economía ha abierto una investigación sobre esta cadena de siniestros.

El Houssain Boulbars, marro...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La muerte, ayer, de dos trabajadores elevó a cinco las víctimas de accidentes laborales en sólo 48 horas: un obrero falleció aplastado por una máquina en las obras de un chalé en El Escorial, y otro perdió la vida en el vertedero de Valdemingómez, al quedar sepultado bajo cientos de kilos de basuras. Un tercer trabajador resultó herido grave al caer desde una plataforma situada a unos 10 metros de altura. Los sindicatos anuncian movilizaciones por la "inseguridad laboral". La Consejería de Economía ha abierto una investigación sobre esta cadena de siniestros.

Más información

El Houssain Boulbars, marroquí de 38 años, fue la penúltima víctima mortal de los accidentes laborales. Falleció a las 12.10 de ayer, aplastado bajo una máquina dumper, de gran maniobrabilidad y que sirve para transportar material de obra, según fuentes sindicales. Boulbars conducía el dumper en la obra de construcción de un chalé en la urbanización Los Arroyos, de El Escorial. El vehículo volcó por una irregularidad en el terreno, según las primeras hipótesis que maneja la Guardia Civil. Boulbars salió despedido de la cabina y el dumper le cayó encima. Los médicos del Insalud no pudieron hacer nada por reanimarlo. Boulbars vivía en la calle de Sagunto, en Daimiel (Ciudad Real). Su situación como inmigrante estaba regularizada, según informó la Guardia Civil. Cada mañana, a primera hora, se desplazaba hasta Madrid para trabajar. La víctima era empleado de la empresa constructora Manuel Álvarez Rosas, ubicada en Navalmoral de la Mata (Cáceres).

El segundo trabajador muerto era conductor de un camión de recogida de basuras, y pereció sobre las siete de la tarde en la planta de reciclaje de residuos de Las Dehesas, a 200 metros de la incineradora de Valdemingómez. Fue hallado dos horas después, sepultado bajo toneladas de basura, según el Samur-092. Los compañeros observaron que el camión llevaba dos horas sin moverse y, al echar en falta al chófer, removieron los residuos con una excavadora hasta encontrar el cadáver, informa Ángel Zafra. La víctima, Juan Calvo Mayoral, tenía 36 años.

Por último, otro operario de la construcción resultó accidentado ayer en el tajo. J. J. F. P., de 51 años, cayó al vacío desde una altura de diez metros en una obra del paseo de la Florida. El operario estaba subido en una plataforma cuando algo falló y cayó contra el suelo. Del impacto se fracturó un fémur, sufrió una luxación de hombro, un fuerte traumatismo en la cabeza y otro en la barbilla, explicaron fuentes del Insalud. Ingresó en grave estado en el hospital Clínico de San Carlos.

Los accidentes de ayer, junto con los otros tres ocurridos el pasado martes, en los que fallecieron tres obreros, han reabierto la polémica acerca de la siniestralidad laboral. Los sindicatos denuncian "el reiterado incumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en las obras", según Tomás Martínez Piña, secretario general de Metal, Construcciones y Afines de UGT-Madrid. "Dos de las tres muertes del martes se debieron, según nuestras primeras informaciones, al incumplimiento de las preceptivas normas de seguridad en el trabajo", añadió Martínez.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Juan Luis Ruiz Alba, madrileño de 55 años, murió el martes porque le cayó en la cabeza una plancha metálica que estaba mal sujeta en una nave en construcción de un polígono industrial de San Sebastián de los Reyes. No llevaba el casco puesto. Era la hora del almuerzo y salía a comer el bocadillo. "No llevaba casco, pero hubiera muerto igual; la plancha nunca debió caerse", mantiene Alberto Trigo, secretario general de la construcción de CC OO en Madrid.

Otro trabajador cayó de una altura de 20 metros en la obra de un edificio en la Vía Lusitana. No había red ni barandilla. El tercer obrero que falleció el martes, Jesús Díaz López, de 58 años, estaba pintando una fachada sobre un andamio y cayó de espaldas al suelo.

Los sindicatos madrileños anuncian movilizaciones para el mes que viene como protesta por lo ocurrido.

Archivado En