Gore contrata al abogado que ganó el caso contra Microsoft

Cada vez que algo importante está en juego en los tribunales de Estados Unidos, David Boies está en medio. Por eso a nadie le ha extrañado que este abogado de 59 años haya aparecido repentinamente en Florida como principal defensor de los intereses demócratas en el conflicto electoral. Al contrario: muchos se preguntaban por qué ninguna de las partes había contratado ya a un letrado que es sinónimo de éxito. Boies, uno de los abogados más pintorescos de un país lleno de abogados pintorescos, tiene el encargo de marcar de cerca a la secretaria de Estado de Florida, Katherine Harris, para que no...

Cada vez que algo importante está en juego en los tribunales de Estados Unidos, David Boies está en medio. Por eso a nadie le ha extrañado que este abogado de 59 años haya aparecido repentinamente en Florida como principal defensor de los intereses demócratas en el conflicto electoral. Al contrario: muchos se preguntaban por qué ninguna de las partes había contratado ya a un letrado que es sinónimo de éxito. Boies, uno de los abogados más pintorescos de un país lleno de abogados pintorescos, tiene el encargo de marcar de cerca a la secretaria de Estado de Florida, Katherine Harris, para que no ejerza sus responsabilidades electorales de forma arbitraria. Si las maniobras de Harris para bloquear el recuento manual acaban debatiéndose en un tribunal, Boies será la voz de Al Gore ante los jueces.

David Boies, que es probablemente uno de los abogados mejor pagados del mundo, es conocido por su aspecto descuidado y su poca destreza a la hora de peinarse.

En el terreno profesional, es legendaria su memoria fotográfica y su capacidad para construir argumentaciones sencillas en los casos más complejos. Es un maestro de las exposiciones finales en los juicios, en las que mezcla el manejo de las leyes con sus cualidades para el arte dramático.

Cuando el Departamento de Justicia de EE UU decidió perseguir a Microsoft por delitos monopolistas, Boies construyó el caso contra el gigante informático, y ganó. No deja de ser paradójico que, años antes, Boies defendiera a IBM ante el Gobierno en el otro gran proceso antimonopolio del mundo informático; también ganó.

Boies también es experto en legislación electoral porque trabajó en varios casos para el Comité Nacional Demócrata. Cuando el martes un juez determinó que se mantenía el ultimátum para la certificación oficial de votos en Florida, todos lo interpretaron inmediatamente como una derrota para el equipo de Gore; Boies se leyó la sentencia en cuestión de segundos y, sonriente, dijo a los periodistas: "Hemos ganado. Lean ustedes la página 6". Allí figuraba la ampliación de los plazos para enviar resultados de recuentos manuales.