Dos años y seis meses de prisión para los acusados del derrumbe de Patraix en el que murieron dos obreros
Los responsables del derrumbe de una finca en el barrio de Patraix, que costó la vida a dos trabajadores el 5 de agosto de 1998, escucharon ayer la sentencia en una de las salas de los juzgados de Gayano Lluch de Valencia. El aparejador Juan Francisco F. P. y el constructor Miguel Q. S. han sido condenados a dos años, seis meses y un día de prisión como autores responsables de dos delitos de homicidio imprudente y de tres delitos de lesiones por imprudencia grave. A esta condena Juan Francisco F. P. tendrá que sumarle seis meses de prisión como autor responsable de un delito contra la segurida...
Los responsables del derrumbe de una finca en el barrio de Patraix, que costó la vida a dos trabajadores el 5 de agosto de 1998, escucharon ayer la sentencia en una de las salas de los juzgados de Gayano Lluch de Valencia. El aparejador Juan Francisco F. P. y el constructor Miguel Q. S. han sido condenados a dos años, seis meses y un día de prisión como autores responsables de dos delitos de homicidio imprudente y de tres delitos de lesiones por imprudencia grave. A esta condena Juan Francisco F. P. tendrá que sumarle seis meses de prisión como autor responsable de un delito contra la seguridad de los trabajadores, y su inhabilitación profesional por un periodo de tres años. Por su parte, el encargado de la obra Juan G. S. ha sido absuelto de todas las acusaciones.Por otra parte, la viuda del trabajador fallecido Antonio Donaire y sus dos hijos menores percibirán una indemnización de 25 millones de pesetas. Los padres del otro trabajador que perdió la vida, Alejandro Rafael C. M., percibirán 15 millones de pesetas. El resto de indemnizaciones para los trabajadores que resultaron heridos en el siniestro alcanza una cifra total próxima a los 40 millones de pesetas.
El tribunal ha probado que la empresa QFC, de la que era aparejador Juan Francisco F.P y responsable Miguel Q., inició la rehabilitación de la finca de la calle de Nicolás Factor, en el barrio de Patraix, sin tener el proyecto de ejecución de obra de un arquitecto superior y sin haber realizado tampoco ningún proyecto de seguridad y salud en el trabajo. Asimismo, las obras comenzaron sin dirección técnica alguna y careciendo de un plan de prevención de riesgos laborales a pesar de la antigüedad del immueble, que contaba con más de setenta años. Por otra parte, los obreros, algunos de ellos sin seguro laboral como era el caso del fallecido Antonio Donaire, trabajaron sin medidas de protección. La sentencia señala que "la mínima prudencia exigía el apuntalamiento completo del edificio" debido al peligroso estado del mismo y añade que la eliminación de la tabiquería, pavimentos y falsos techos causó el desplome.