Detenidos en Bilbao tres presuntos etarras del 'comando Vizcaya'
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron a primera hora de la madrugada de hoy a tres presuntos miembros del comando Vizcaya de ETA, dos hombres y una mujer que se encontraban armados. La operación se desarrolló en el barrio de Bolueta, en Bilbao, precisamente el mismo en el que los cuatro anteriores etarras de este comando fallecieron al estallar el explosivo que transportaban en un vehículo el pasado 7 de agosto.
Según Europa Press, dos de los terroristas son liberados de ETA (a sueldo de la organización) y el tercero, un miembro legal de la banda, es decir, no fichado por la...
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron a primera hora de la madrugada de hoy a tres presuntos miembros del comando Vizcaya de ETA, dos hombres y una mujer que se encontraban armados. La operación se desarrolló en el barrio de Bolueta, en Bilbao, precisamente el mismo en el que los cuatro anteriores etarras de este comando fallecieron al estallar el explosivo que transportaban en un vehículo el pasado 7 de agosto.
Bomba con infrarrojos
Según Europa Press, dos de los terroristas son liberados de ETA (a sueldo de la organización) y el tercero, un miembro legal de la banda, es decir, no fichado por la policía. Radio Euskadi informó de que, según testigos presenciales, una cuarta persona fue detenida por la Ertzaintza en un bar del Casco Viejo de la capital vizcaína, aunque no se tenía la certeza de que esta detención estuviera relacionada con la operación policial de Bolueta. El detenido era un trabajador de ese bar. La emisora pública vasca señaló que se habían producido altercados entre los ertzainas y clientes del establecimiento.Existe también incertidumbre acerca del grado de reconstitución de este grupo. El comando Vizcaya ha sido durante muchos años uno de los más activos de ETA. Y aunque ha sido desarticulado en ocho ocasiones desde 1885 -además del fallecimiento de los cuatro etarras en Bolueta el pasado 7 de agosto- ha sido reconstruido una y otra vez.
Las Fuerzas de Seguridad han desmantelado taldes (grupos) de liberados (a sueldo de la banda) de este comando en 1985, 1986, 1991 (en dos ocasiones), 1992, 1994, 1997, 1998 y 2000. Una de las más recientes actuación policiales contra este grupo se produjo el 3 de enero de este año, cuando la Policía detuvo en Basauri a dos presuntos etarras que, al parecer, se disponían a atentar contra un convoy de la Guardia Civil que transportaba explosivos. Posteriormente, fueron apresados tres colaboradores.
El atentado más reciente perpetrado en Vizcaya se produjo el pasado 4 de junio en Durango. El concejal del PP Jesús María Pedrosa Urquiza, también afiliado al sindicato nacionalista ELA, fue asesinado a tiros.
Pero fue en la noche del pasado 7 de agosto cuando el comando Vizcaya adquirió un protagonismo que no esperaban. Los cuatro etarras que viajaban en un coche -Patxi Rementeria, jefe del grupo, Zigor Arambarri, Urko Gerrikagoitia y Ekain Ruiz- fallecieron al estallar el explosivo que transportaban para perpetrar un atentado.
La actuación policial de anoche contra ETA sigue a la desarticulación, también por el Cuerpo Nacional de Policía, el martes, de un comando de ETA. La operación permitió la detención en Madrid de cinco personas, además de una en Azuqueca de Henares (Guadalajara), así como otras dos personas en Barcelona, que quedaron en libertad horas después, al comprobarse que no tenían relación alguna con ETA.
Por otro lado, ETA intentó golpear de nuevo la noche del pasado miércoles en Alsasua (Navarra) con un sofisticado sistema que no había utilizado hasta ahora contra las fuerzas de seguridad. Miembros de un comando adosaron a un artefacto explosivo, colocado en una ventana de la sede de Correos de la localidad navarra, una trampa de rayos infrarrojos que lo haría estallar en cuanto alguien se aproximara. El complejo dispositivo no llegó a funcionar.La bomba estaba compuesta por dos kilos de explosivo Titadyne a los que se conectó un detector de presencia de rayos infrarrojos preparado para activarla cuando alguna persona se acercara al artefacto, sin necesidad de que éste fuera tocado o manipulado. Por motivos que los expertos policiales intentaban desentrañar, la máquina no funcionó.