Tribuna:LA CRÓNICA

La familia de Ana AGUSTÍ FANCELLI

Querido Tato:Hace un montonazo que no te escribía. Lo hago ahora porque la ocasión creo que lo merece. Verás. La semana pasada me quedé con las ganas de escuchar la conferencia de Josemari, y eso que me pillaba cerca, pues la dio en un pabellón de congresos nuevecito que han puesto junto al Club de Polo. Me dijeron los amiguetes que al presi le había ido la mar de bien, que se había puesto las botas repartiendo estopa a los "aprendices de brujo" -así los llamó, Tato, qué fuerte, ¿no?- que querían poner un federalismo un poco raro, "asimétrico" creo que dijo que era, y ya de paso cargars...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Querido Tato:Hace un montonazo que no te escribía. Lo hago ahora porque la ocasión creo que lo merece. Verás. La semana pasada me quedé con las ganas de escuchar la conferencia de Josemari, y eso que me pillaba cerca, pues la dio en un pabellón de congresos nuevecito que han puesto junto al Club de Polo. Me dijeron los amiguetes que al presi le había ido la mar de bien, que se había puesto las botas repartiendo estopa a los "aprendices de brujo" -así los llamó, Tato, qué fuerte, ¿no?- que querían poner un federalismo un poco raro, "asimétrico" creo que dijo que era, y ya de paso cargarse la Constitución. ¡Con lo que nos costó defenderla aquel 23 de febrero para que ahora nos vengan con ésas! ¡Ja!

El caso es que ayer, pese a que iba muy atabalada porque había tenido varias reuniones en defensa del Turó Park -eso también se lo quieren cargar, Tato, pero con nosotros no podrán, estamos haciendo unas movilizaciones la mar de chulis -, me fui a la conferencia que daba Ana Botella en la sala de actos de una compañía de seguros que está delante de la Illa, o sea que también me quedaba muy por la zona. El título de la conferencia ya me gustó de entrada: La familia, garantía de futuro de la sociedad actual. A ver.

Bueno, pues tú no sabes qué lleno estaba aquello. ¡De bote en bote! Vi mucha gente de la Obra, muy arreglada y tal. El acto había sido organizado por el Grup d'Entitats Catalanas de la Família, dentro de su ciclo Barcelona debat familiar. Presentó la conferencia el periodista Daniel Arasa, quien recordó que una de las primeras disposiciones que dio Ana nada más llegar a La Moncloa fue que había que reciclar los restos del pollo: al día siguiente de comerlo, ¡croquetas y caldo para todo el mundo! Como en los tiempos pre-findus, cuando aún teníamos tatas, ¿te acuerdas qué bien, Tato?

Y ya sin mayor dilación subió ella a la tribuna. Estuvo sen-sa-cio-nal. Primero presentó credenciales: dijo que es la mayor de 13 hermanos y la madre de otros 3. O sea, que iba a hablar del asunto con conocimiento de causa, a ver qué nos creíamos. Muy pronto citó a Rousseau, que a mí siempre me había parecido como muy de izquierdas, pero en seguida vi que no, pues este pensador decía que la familia es la primera célula de la organización social, o sea que no había por qué inquietarse. Pero Ana, que es muy avanzada a su tiempo, en seguida comentó que familias tradicionales, constituidas por padre, madre y dos hijos, sólo hay un 42% en España. En el resto falta el padre, o la madre, porque se han separado, y tal, y eso hay que tenerlo muy en cuenta.

En fin, Tato, que la familia ya no es lo que era, vino a decir Ana. Ahora padres e hijos deben compartir con la madre las tareas domésticas: ¡a ver si te enteras, chiquitín! (es broma). Aparte de que ahora, al parecer, hay muchas más madres que trabajan que antes, aunque me parece que esto no lo decía por nosotros.

Una cosa que me angustió, y que ella no dejó de señalar con mucho aplomo, es que en España nacen muy pocos niños: al parecer somos el segundo país con el índice de natalidad más bajo del planeta. De verdad que no lo entiendo, Tato, con lo liberales que nos hemos vuelto todos, y nada, que los retoños no vienen ni a tiros. Por suerte, dijo Ana, el Gobierno que preside Josemari ha impulsado un montón de medidas para que todos tengamos más bebés, como la equiparación de la maternidad adoptiva a la biológica, más prestaciones sociales por riesgo de embarazo, nuevas ayudas a partir del tercer hijo y no sé cuántas cosas más que Ana desgranó con gran conocimiento de causa.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Ya me parecía a mí que sí, Tato, y que eso que publicaba recientemente un diario de que España destina siete veces menos recursos en ayudas a la familia que la media europea era una sarta de infundios. Que si Alemania destina 100.000 pesetas al mes para familias con cuatro hijos, que si en Suecia te caen por cada uno 140.000 del ala... ¡todo cochina envidia de lo bien que llevamos aquí las cosas! Lo bien que las llevamos en los últimos cuatro años, subrayó Ana, porque lo que es en los 12 anteriores nasti de plasti, nadie movió un dedo. Y ya sabes tú a quién se refería, Tato, a esos mismos que quieren ponernos patas arriba la consti.

Me gustaron mucho las intervenciones posteriores a la conferencia de Ana. Muy particularmente la de una señora que comenzó diciendo que había quedado demostrado aquello de que detrás de todo gran hombre hay siempre una gran mujer. No estuve tan de acuerdo con otra que defendía el cierre de las discotecas a las tres de la madrugada. ¿Te imaginas que nos pusieran de patitas en la calle del Otto a esa hora? Pero ahí Ana estuvo muy grande: dijo que lo que había que hacer era cumplir con la legislación vigente.

Bueno, Tato, que me voy a hacer una pintada por lo del Turó. Revolucionaria me tienes. Un besote. Cris.

Consuelo Bautista

Archivado En