Barak paga mil millones por el apoyo del Shas

El acuerdo con el partido ultraortodoxo judío desata la ira del líder derechista Ariel Sharon

El Gobierno israelí compró con cinco millones de dólares (1.000 millones de pesetas) el apoyo parlamentario del partido ultraortodoxo Shas durante un mes, lo que permitirá al primer ministro Ehud Barak permanecer provisionalmente al frente del Gobierno con las manos libres para aplacar la revuelta palestina o intentar avanzar en el proceso de paz, o las dos cosas."Hay que matizar. Lo que en realidad hizo el Gobierno de Ehud Barak es entregarnos una ayuda de 20 millones de shekels para nuestra r...

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El acuerdo con el partido ultraortodoxo judío desata la ira del líder derechista Ariel Sharon

El Gobierno israelí compró con cinco millones de dólares (1.000 millones de pesetas) el apoyo parlamentario del partido ultraortodoxo Shas durante un mes, lo que permitirá al primer ministro Ehud Barak permanecer provisionalmente al frente del Gobierno con las manos libres para aplacar la revuelta palestina o intentar avanzar en el proceso de paz, o las dos cosas."Hay que matizar. Lo que en realidad hizo el Gobierno de Ehud Barak es entregarnos una ayuda de 20 millones de shekels para nuestra red de centros escolares ; una ayuda que estaba bloqueada por Hacienda por impago de impuestos. Con sinceridad, la entrega de este dinero y la aceptación de aplazar y escalonar nuestra deuda con el fisco han facilitado la negociación", confesaba ayer en su despacho Gabriel Peres, uno de los responsables religiosos del partido ultraortodoxo Shas y a su vez miembro del clan familiar del rabino Ovadia Yosef, el líder espiritual y político del partido.

Los dirigentes del partido Shas pactaron a continuación un acuerdo de colaboración con el Gobierno de Ehud Barak de cinco puntos en el que se comprometen a apoyarlo durante un mes en el Parlamento y a bloquear mociones de censura. A cambio recibirán otras compensaciones, como la congelación de la revolución laica, la paralización del desmantelamiento del Ministerio de Asuntos Religiosos y la aceptación de que un número determinado de seguidores religiosos (entre 2.000 y 5.000) queden exentos del servicio militar.

"Durante este mes, Barak podrá tomar la iniciativa en el terreno militar contra la revuelta palestina. Sin medias tintas. No descartamos que durante este mes intente negociar la vuelta al proceso de paz con los palestinos, pero lo tendrá que hacer con contrapartidas claras y dejando de lado los acuerdos de Camp David del pasado julio, en los que se comprometió a entregar el 90% de los territorios", añadió Gabriel Peres. El Shas ha anunciado que este acuerdo podría extenderse por más tiempo "si las condiciones lo requieren", o acortarse "si se vulneran algunas partes del acuerdo y sobre todo si se intenta resucitar Camp David". Tampoco se descarta aumentar el grado de colaboración con los laboristas, incluido el regreso formal del Shas a la coalición que preside Barak, poniendo punto final a los seis meses de oposición.

"No nos oponemos a una negociación con los palestinos. Es la salida lógica a este conflicto. Pero queremos las cosas claras y la seguridad de obtener algo a cambio", recalca este portavoz del Shas, que recuerda que la abstención de su grupo permitió en su día, en el Parlamento, aprobar los Acuerdos de Oslo.

Pero no todos están satisfechos con el acuerdo Barak-Shas. Las negociaciones secretas y el subsiguiente pacto con los ultraortodoxos religiosos del Shas ha supuesto una afrenta política para el líder del Likud, el ex general Ariel Sharon, con el que Ehud Barak aseguraba estar intentando establecer un Gobierno de unidad nacional. Algunos detalles de esta negociación han incrementado la ira de la guardia pretoriana de Sharon, que aseguraban ayer haber sido utilizados "como una marioneta" y acusaban a Barak de "falta de escrúpulos políticos".

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"Vamos a hacer todo lo posible para derribar al Gobierno de Barak. Ponemos en duda la credibilidad del primer ministro", anunciaba ayer, encolerizado , Sharon, al tiempo que le prometía una "guerra sin cuartel".

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