No nos tome el pelo

Señor Villapalos:Soy profesora de secundaria de un instituto de Móstoles. Se me ocurren infinidad de aspectos sobre los que dirigirme a usted, pero hoy lo haré sobre uno que no es de los más importantes, si bien me ha parecido una tomadura de pelo.

Empezó usted el curso hablando de su preocupación por lo que considera un número escaso de jornadas lectivas anuales para una educación de calidad. De ahí deduje que, consecuentemente, durante este curso no iba a quedar sin cubrir ni una sola sustitución.

Comenzamos las clases sin que estuviese nombrado todo el profesorado neces...

Señor Villapalos:Soy profesora de secundaria de un instituto de Móstoles. Se me ocurren infinidad de aspectos sobre los que dirigirme a usted, pero hoy lo haré sobre uno que no es de los más importantes, si bien me ha parecido una tomadura de pelo.

Empezó usted el curso hablando de su preocupación por lo que considera un número escaso de jornadas lectivas anuales para una educación de calidad. De ahí deduje que, consecuentemente, durante este curso no iba a quedar sin cubrir ni una sola sustitución.

Comenzamos las clases sin que estuviese nombrado todo el profesorado necesario.

El lunes 23 de octubre se reincorporará al centro una profesora que ha disfrutado la licencia por matrimonio que la Administración concede. Solicitada la sustitución con tiempo suficiente y reiterándola en varias ocasiones, han pasado los once días lectivos (el 12 fue fiesta) y no se ha cubierto. Así que cuatro grupos de ESO (enseñanza obligatoria) se han quedado sin clase de Ciencias Sociales, y un grupo, sin tutora.

Sé que en otros centros ocurre lo mismo.

Mi conclusión: no era cierto que le preocupase el número de jornadas lectivas, pues la Administración de la que es responsable permite que alumnos/as estén sin algunas de las clases, a las que tienen derecho, durante once días. Su discurso del principio de curso debe obedecer a otras razones. Lo dicho, ¡no nos tome el pelo!-