El intercambiador (inútil) de Moncloa
Hace un par de años, en casa decidimos dejar el coche y desplazarnos de Majadahonda al centro de Madrid (al centro) en autobús.Todo bien hasta llegar al intercambiador de Moncloa, porque resulta que hay que abandonarlo, salir a la calle y cruzar el incomodísimo y peligroso semáforo de la calle de la Princesa, precisamente el primer semáforo donde desemboca todo el tráfico de la N-VI que va al centro, este semáforo lo tenemos que cruzar tanto cuando vamos al centro como al regreso, para coger el autobús.
Debería llamarse semiintercambiador.
Por si esto fuera poco, en el día de hoy...
Hace un par de años, en casa decidimos dejar el coche y desplazarnos de Majadahonda al centro de Madrid (al centro) en autobús.Todo bien hasta llegar al intercambiador de Moncloa, porque resulta que hay que abandonarlo, salir a la calle y cruzar el incomodísimo y peligroso semáforo de la calle de la Princesa, precisamente el primer semáforo donde desemboca todo el tráfico de la N-VI que va al centro, este semáforo lo tenemos que cruzar tanto cuando vamos al centro como al regreso, para coger el autobús.
Debería llamarse semiintercambiador.
Por si esto fuera poco, en el día de hoy han alejado las paradas de "todas" las líneas de autobús que llevan al centro (1, 44 y C) 120 metros más lejos de la entrada del intercambiador, distancia que nos veremos obligados a recorrer, llueva o haga calor.
Ya hay que llamarlo semi-intercambiador y medio.
Pero lo malo no es esta distancia, sino que además hay que cruzar un nuevo, incómodo y peligrosísimo semáforo, que es el que está debajo del arco de Moncloa, que nunca se pone rojo para los coches y que se pone en rojo para los peatones antes de alcanzar la otra acera. Dos cruces de semáforos grandes y peligrosos y un trecho excesivo para intercambiar de autobús, ¿es lógico?
Señores alcalde y de la Empresa Municipal de Transportes, cuando se hacen cambios, ¿qué orden de prioridades ocupa la atención y beneficio del usuario? ¿Para qué sirve un intercambiador? ¿Quién ordena estos cambios?
¿De verdad quieren ustedes que usemos el autobús? Si lo que quieren es que no lo usemos díganlo abiertamente y volveremos a coger el coche.
Seguiremos su ejemplo, porque es evidente que ustedes no van en autobús.-