Los nacionalistas culpan al Gobierno de la parálisis que sufre el Senado

Los partidos nacionalistas CiU, PNV y BNG responsabilizaron ayer al Gobierno de la parálisis del desarrollo del Estado de las autonomías y del propio Senado. Los portavoces de los tres partidos nacionalistas en la Cámara Alta -el catalán Francesc Marimon; el vasco Joseba Zubia y el gallego Anxo Quintana- fueron tajantes en su calificación de la situación por la que atraviesa el Senado. "No estamos dispuestos a ser cómplices de condenar a esta Cámara a la inutilidad permanente", señalaron, y atribuyeron la responsabilidad de la situación directamente al Gobierno.Los tres partidos nacionalistas ...

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Hechos diferenciales

Los partidos nacionalistas CiU, PNV y BNG responsabilizaron ayer al Gobierno de la parálisis del desarrollo del Estado de las autonomías y del propio Senado. Los portavoces de los tres partidos nacionalistas en la Cámara Alta -el catalán Francesc Marimon; el vasco Joseba Zubia y el gallego Anxo Quintana- fueron tajantes en su calificación de la situación por la que atraviesa el Senado. "No estamos dispuestos a ser cómplices de condenar a esta Cámara a la inutilidad permanente", señalaron, y atribuyeron la responsabilidad de la situación directamente al Gobierno.Los tres partidos nacionalistas sienten reforzada su denuncia por el informe anual del Instituto de Derecho Público -que agrupa a los principales expertos autonómicos y patrocina el Senado-, publicado la pasada semana, en el que responsabiliza al Gobierno de la "parálisis de las reformas pendientes" del Estado de las autonomías.

Zubia, Quintana y Marimón expusieron, como muestra de la parálisis del Estado de las autonomías, la "congelación" de la tarea más importante que corresponde al Senado: la de su reforma para convertirla en Cámara territorial o autonómica. Recordaron cómo hace ocho años se constituyó una ponencia de reforma del Senado, sin que sus conclusiones fueran tomadas en consideración por la mayoría parlamentaria del PP.

Estas conclusiones fijaron las funciones del Senado como Cámara territorial y dejaron abierto para el debate tanto la forma de elección de la Cámara y como el reconocimiento de los hechos diferenciales de las nacionalidades en la misma. Todo ello requería una reforma constitucional. En esta legislatura, tras las elecciones de marzo de 2000, según recordaron los representantes de las tres partidos nacionalistas, se ha constituido una nueva ponencia, a propuesta del Partido Popular, que cuenta con mayoría absoluta, y que ha renunciado de antemano a abordar la reforma constitucional.

Tras denunciar las limitaciones de esta nueva ponencia, -que no renovará a fondo la Cámara Alta para convertirla en territorial- los tres partidos nacionalistas anunciaron que próximamente presentarán una alternativa a la reforma del Senado que propone el PP, y que recogerá las conclusiones de la anterior ponencia, incluida la reforma de la Constitución. "Si se aprobara la reforma del Senado en los términos que propone el PP, certificaría y constataría sine die la inutilidad de una Cámara que empieza a ser no sólo preocupante sino impresentable para el conjunto de la ciudadanía del Estado y, por supuesto, para los grupos políticos que estamos representados", dijo Marimon.

"Tenemos la sospecha de que, para el Partido Popular, el Estado de las autonomías ya se ha culminado", dijo, a su vez, el representante de Convergència i Unió.

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