Protesta de Sintel

Los trabajadores de Sintel, filial de Telefónica, convirtieron ayer la Bolsa de Valencia en escenario de su protesta. Decenas de empleados ocuparon los locales del mercado bursátil entre las nueve y las once de la mañana. Expresaban así su enfado por la crisis de Sintel, en suspensión de pagos, y por las cuatro nóminas que les adeuda la compañía. Luis Manuel Llatas, portavoz del comité de empresa de Sintel, especializada en instalaciones de telecomunicaciones, reivindicó la vuelta a la normalidad. Los responsables de la Bolsa, que tenían previsto el acto de su 20º aniversario a las 12 de...

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Los trabajadores de Sintel, filial de Telefónica, convirtieron ayer la Bolsa de Valencia en escenario de su protesta. Decenas de empleados ocuparon los locales del mercado bursátil entre las nueve y las once de la mañana. Expresaban así su enfado por la crisis de Sintel, en suspensión de pagos, y por las cuatro nóminas que les adeuda la compañía. Luis Manuel Llatas, portavoz del comité de empresa de Sintel, especializada en instalaciones de telecomunicaciones, reivindicó la vuelta a la normalidad. Los responsables de la Bolsa, que tenían previsto el acto de su 20º aniversario a las 12 del mediodía, negociaron con los manifestantes para que desalojaran el recinto. Antes hubo que llamar a Telefónica y a los medios de comunicación para que fueran testigos de la protesta.

Después de abandonar el edificio, se concentraron a las puertas de la Bolsa a sabiendas de que el presidente de la Generalitat había anunciado su presencia. Le recibieron al grito de Teléfonica, asesina. En medio del alboroto y con fuerte presencia policial, Zaplana les pidió que se unieran a los cinco minutos de silencio por los atentados de ETA, y después se comprometió con una representación de Sintel a mediar en el conflicto.

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