La hora de la unificación de criterios

La reforma del sistema de traspasos de jugadores, recomendada por la Unión Europea (UE)para evitar su veto por violar el derecho comunitario, ha movilizado el fútbol en busca de alternativas que solucionen el conflicto. Las reuniones de dirigentes de la FIFA, de la UEFA, de las federaciones, de clubes, de Ligas profesionales y de sindicatos de jugadores se han sucedido a lo largo del pasado mes al mismo compás que han surgido las propuestas.Ahora llega el momento más complejo, el de unificar los criterios de las partes para elaborar el proyecto de cambio de los traspasos que la UE ha requerido...

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La reforma del sistema de traspasos de jugadores, recomendada por la Unión Europea (UE)para evitar su veto por violar el derecho comunitario, ha movilizado el fútbol en busca de alternativas que solucionen el conflicto. Las reuniones de dirigentes de la FIFA, de la UEFA, de las federaciones, de clubes, de Ligas profesionales y de sindicatos de jugadores se han sucedido a lo largo del pasado mes al mismo compás que han surgido las propuestas.Ahora llega el momento más complejo, el de unificar los criterios de las partes para elaborar el proyecto de cambio de los traspasos que la UE ha requerido antes del 31 de octubre. El jueves y viernes próximos se reunirá en Zúrich, en la sede de la FIFA, el grupo de trabajo que el máximo organismo del fútbol mundial constituyó con representantes de todas la partes afectadas para tratar este asunto.

Las discrepancias pueden saltar si se tiene en cuenta las diferentes propuestas que defienden clubes como los representados en el G-14 o el sindicato mundial de futbolistas (FIFPRO).

Mientras este grupo de clubes se mueve principalmente por resortes financieros, la FIFPRO se echa en manos de la normativa laboral que propugna la Comisión Europea. La FIFPRO tiene pendiente una próxima reunión con el comisario de la Competencia de la UE, el italiano Mario Monti, para debatir la situación.

Las federaciones y los clubes, por otro lado, esperan el apoyo de sus respectivos Gobiernos para lograr que la Comisión Europea reconozca un trato específico para el fútbol y de esa forma escapar de la estricta norma laboral comunitaria.

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