LA CRISIS DE LOS CARBURANTES

El Ejecutivo pone en la mesa 100.000 millones para frenar la protesta

Cada uno por su cuenta. Camioneros, agricultores y pescadores han negociado por separado medidas para paliar el impacto en sus negocios de un problema común: el alza de los carburantes. Tres ministerios (Hacienda, Fomento, Agricultura y Pesca, y Trabajo) recibieron el encargo de negociar para evitar un recrudecimiento de las movilizaciones, que amenazan el suministro de combustible. El Gobierno se ha apuntado dos de los tres tantos pendientes. Hay cerrados acuerdos con los agricultores -excepto una organización disidente- y con el grueso de la pesca. Los transportistas son el último fleco. En ...

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Cada uno por su cuenta. Camioneros, agricultores y pescadores han negociado por separado medidas para paliar el impacto en sus negocios de un problema común: el alza de los carburantes. Tres ministerios (Hacienda, Fomento, Agricultura y Pesca, y Trabajo) recibieron el encargo de negociar para evitar un recrudecimiento de las movilizaciones, que amenazan el suministro de combustible. El Gobierno se ha apuntado dos de los tres tantos pendientes. Hay cerrados acuerdos con los agricultores -excepto una organización disidente- y con el grueso de la pesca. Los transportistas son el último fleco. En total, el Ejecutivo ha puesto sobre la mesa más de 100.000 millones de pesetas.Sin embargo, las protestas no paran y ayer se radicalizaron. Los camioneros, que anoche cerraron la reunión con Fomento sin acuerdo, están convocados a un paro general de tres días a partir del lunes. Las negociaciones se desarrollaron ayer a todo gas en el enésimo intento del Gobierno de frenar las movilizaciones. Ésta era la situación anoche.

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- TRANSPORTE. Es la negociación más compleja. Los camioneros estarían dispuestos a aceptar la oferta actual (rebajas en los módulos del IRPF y el IVA y el compromiso de crear, a la larga, un gasóleo profesional). Fomento valora el paquete en 48.000 millones. Insuficiente, dicen, pero mejor que nada. La condición a priori para firmar un texto pasa por que los cargadores (grandes distribuidores e intermediarios) asuman las tarifas que les cobran. Aquí está la fricción, porque ahora no son obligatorias.

- AGRICULTURA. Unos 50.000 millones en ayudas. Dos organizaciones agrarias han aceptado la oferta: Asaja (Asociación de Jóvenes Agricultores) y UPA (Unión de Pequeños Agricultores). La propuesta, sellada el pasado miércoles, se articula en cuatro puntos. La factura del gasóleo tendrá una desgravación del 35% en la declaración del IRPF para los trabajadores del campo acogidos al sistema de módulos (casi todos). Además, se aumenta en tres puntos (del 5% al 8%) el IVA compensatorio para los agricultores. Para los ganaderos, la subida se reduce a dos puntos. Todos disfrutarán de créditos a bajo interés por 35.000 millones de pesetas. Además, las cooperativas agrarias suministrarán gasóleo agrícola a terceros.

La rebeldía de una de las negociadoras ha provocado que, a pesar del acuerdo, sigan las protestas. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos -aglutina al 50% del sector- no ha firmado. Pide un gasóleo agrícola que no rebase las 45 pesetas por litro. Ahora cuesta 80 pesetas. "No vamos a parar hasta que se tomen soluciones definitivas", dijo ayer el secretario general de COAG, José Manuel de las Heras.

- PESCA. Tampoco hay unanimidad. Los armadores y más del 70% de las cofradías -según la Federación Nacional de Cofradías- están de acuerdo con la línea de créditos por 7.000 millones que han firmado con el Gobierno. También con las bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social que se aplicarán hasta diciembre. No hay una estimación oficial, pero se calcula que las ayudas alcanzan 10.000 millones. "El convenio no es el mejor, pero tampoco el peor", confesó Clemente Jesús Muñiz, presidente de la federación.

Otros creen que son insuficientes. Las cofradías catalanas, andaluzas y vascas aseguraban ayer que no firmarán. Otras están a la espera de reuniones. Está previsto que el lunes se haga el cómputo definitivo. Y, si no hay acuerdo, se fijará otro calendario de movilizaciones.

Lo que sí parece claro, tras más de dos semanas de reuniones en distintos ministerios para negociar y protestas callejeras, es que todos han renunciado a su reinvindicación bandera: la bajada del impuesto especial sobre combustibles.

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