La situación de los embalses catalanes no mejora pese a las últimas lluvias

lona Un apaño, pero no la solución. Las lluvias caídas a lo largo de esta semana y de la anterior han mejorado el aspecto de los campos y de algunos bosques, especialmente en la franja litoral, pero no han servido para llenar los embalses, que siguen bajos de reservas. Ayer, concretamente, se encontraban al 31,7% de su capacidad, tres puntos menos que hace un año. Los ríos procedentes del Pirineo Oriental son los más afectados por la sequía, algo que se refleja en los pantanos de Sau, Susqueda y La Baells.

Las lluvias de esta semana no han bastado para que el conjunto de los pantanos ca...

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lona Un apaño, pero no la solución. Las lluvias caídas a lo largo de esta semana y de la anterior han mejorado el aspecto de los campos y de algunos bosques, especialmente en la franja litoral, pero no han servido para llenar los embalses, que siguen bajos de reservas. Ayer, concretamente, se encontraban al 31,7% de su capacidad, tres puntos menos que hace un año. Los ríos procedentes del Pirineo Oriental son los más afectados por la sequía, algo que se refleja en los pantanos de Sau, Susqueda y La Baells.

Las lluvias de esta semana no han bastado para que el conjunto de los pantanos catalanes hayan incrementado su volumen de agua almacenado. Respecto a la semana pasada el nivel de los embalses ha disminuido incluso en cerca de un 1%, una cifra que no sería preocupante si no fuera porque en su conjunto sólo almacenan el 31% del total de su capacidad.Los pantanos más afectados por la sequía continúan siendo los de Boadella, Sau, Susqueda y la Baells. En el caso del pantano de Boadella, el nivel del agua apenas llega al 24% de su capacidad, mientras que el de Sau, que abastece de agua el área de Barcelona, se encuentra al 25%. Los embalses del Pirineo de Lleida se encuentran en una situación mejor, ya que rondan el 50 o el 60% de su capacidad.

Los árboles y los acuíferos han succionado buena parte del agua que la sequía les había negado durante los últimos meses, por lo que buena parte del agua de la lluvia no ha llegado a los ríos y los pantanos. El campo catalán ha sido, precisamente, el sector más beneficado por las últimas lluvias, especialmente las zonas productoras de aceite. La semana pasada los agricultores de Les Garrigues ya daban casi por perdida la cosecha de este año, que comenzará la próxima semana. La sequía diezmó de forma alarmante la producción de aceituna. El sector prevé salvar sólo el 30% de la cosecha.

El presidente del sindicato Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya en Lleida, Josep Maria Jové, afirmó ayer que si no caen nuevas lluvias "el problema de la sequía volverá a aparecer dentro de pocas semanas".

Manolo S. Urbano
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