Ibarretxe afirma que no recurrirá a la cuestión de confianza ni anticipará las elecciones

El portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Jon Imaz, convirtió ayer su comparecencia tras el Consejo de Gobierno en un acto de resistencia. En un tono duro, respondió al PP y al PSOE que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, no se someterá a la cuestión de confianza y les retó a que presenten una moción de censura. Imaz sugirió que Ibarretxe no saldría desgastado porque la perderían. Tampoco, agregó, habrá adelanto electoral, "ya que introduciría más crispación". Enfadado por sus críticas, recordó a los socialistas que ellos causaron una crisis institucional "durante el periodo de la corrupción"....

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El portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Jon Imaz, convirtió ayer su comparecencia tras el Consejo de Gobierno en un acto de resistencia. En un tono duro, respondió al PP y al PSOE que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, no se someterá a la cuestión de confianza y les retó a que presenten una moción de censura. Imaz sugirió que Ibarretxe no saldría desgastado porque la perderían. Tampoco, agregó, habrá adelanto electoral, "ya que introduciría más crispación". Enfadado por sus críticas, recordó a los socialistas que ellos causaron una crisis institucional "durante el periodo de la corrupción".

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El lehendakari, Juan José Ibarretxe, desayunó ayer en medio de una tormenta de mensajes en contra de su situación de minoría al frente del Gobierno vasco. El PSOE le pidió que se someta a una cuestión de confianza o convoque elecciones anticipadas. A su vez, el PP estudiará hoy si se lanza y propone una moción de censura simbólica -entre todos, los partidos de la oposición no disponen de la mayoría absoluta para que prospere- en el Parlamento de Vitoria.Además, Ibarretxe vio, oyó y leyó cómo los socialistas vascos le responsabilizan de la mayor crisis institucional generada en Euskadi tras el fracaso de su pacto parlamentario con Euskal Herritarrok (EH), la marca electoral de Herri Batasuna (HB). Un acuerdo que el lehendakari rompió por la ofensiva de ETA, que ya se ha cobrado 12 víctimas mortales desde enero.

Cuando el pasado sábado EH confirmó que no volvería al Parlamento vasco, aunque seguirá presentándose a las elecciones autonómicas, el Gobierno nacionalista del PNV y Eusko Alkartasuna (EA) se quedó solo, sin el apoyo, ni siquiera puntual, de su principal valedor durante la vigencia del Pacto de Lizarra.

Ayer no había casi acuerdos de gestión que adoptar en el Consejo de Gobierno y el debate giró en torno a los "ataques" de los socialistas y los populares. El portavoz, Josu Jon Imaz, se parapetó tras la mesa de la sala azul de prensa y contraatacó, consciente de que el Reglamento del Parlamento garantiza la continuidad de Ibarretxe, pero sabedor de que el tercer curso político de su mandato se va a convertir en un acto de resistencia numantina.

"Perversión institucional"

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"No necesitamos medir la confianza que tiene el lehendakari", dijo Imaz; "ya la sabemos: es de 27 parlamentarios". Sólo 27 en un Parlamento de 75 al que no irán los 14 de EH, pero en el que el PP y el PSE únicamente suman 30 escaños. Una Cámara en la que la llave de la gobernabilidad la va a tener el Grupo Mixto, formado por Izquierda Unida (IU) y Unidad Alavesa (UA), con dos diputados cada uno. Ayer, precisamente, el secretario general de UA, Pablo Mosquera dijo que no piensa en apoyar los presupuestos de Ibarretxe, quien, en sus dos primeros años de mandato, sólo ha visto refrendados los de este año y cuatro leyes, así como dos modificaciones de ley. También afirmó Imaz que el Ejecutivo no trabaja con la hipótesis de un adelanto electoral. En el PNV esa opción está siendo estudiada, en todo caso, como un arma política más que, unida al factor sorpresa, podría beneficiarle. Para Imaz, unos comicios anticipados incrementarían el nivel de crispación en la sociedad vasca y la vida política.

Cuando tuvo que responder a la posibilidad de que el PSE y el PP presenten una moción de censura, Imaz se enfadó y les retó a que lo hagan, consciente de que la perderían, y lanzó una ofensiva dialéctica contra los socialistas. "Estamos en una perversión de los mecanismos institucionales. La cuestión de confianza no corresponde a la oposición. Ellos tienen la moción de censura", dijo. Y, a continuación, precisó: "Sería un hito en la historia de la democracia que la cuarta fuerza de un Parlamento [el PSE] presente una moción de censura. Hay una cierta orfandad política en el PSE y un gran seguidismo del PP, hasta el punto de que a veces parece [Carlos] Iturgaiz [el líder de los populares vascos] el portavoz de los socialistas".

Siguiendo la teoría de que no hay mejor defensa que un buen ataque, Imaz saltó de Bilbao a Madrid y exigió al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que explique "por qué niega a Ibarretxe el apoyo que le presta a Aznar". En ese momento, sugirió que los socialistas no están legitimados para hablar de la crisis generada por Ibarretxe, investido con los votos de EH. "El PSOE sabe mucho más de crisis institucionales. Se vio durante el periodo de corrupción y la crisis institucional del Estado que generó", afirmó.

Responsabilidad

A renglón seguido, Imaz pidió a los partidos vascos responsabilidad política. Tras asegurar que la etapa de Lizarra se ha "acabado" y se está ante una "nueva", sostuvo que, a partir de ahora, el protagonismo lo deben tener las formaciones que se quedan en la Cámara, "no las que se van", en alusión a EH.Para el portavoz del Gobierno vasco, el PP debería reconsiderar su reincorporación al diálogo con Ibarretxe. Luego, confirmó que las conversaciones de éste con los representantes de los demás partidos van a seguir, más que como rondas cerradas, como una rueda abierta y permanente "hasta encontrar el camino definitivo de la paz para Euskadi".

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