Un estudio sobre pinturas murales revela que en Itálica existió una industria
Un estudio químico de los pigmentos usados en pinturas murales de Itálica, auspiciado por la Asociación de Amigos del conjunto arqueológico, ha revelado detalles sobre la tecnología y el origen de los materiales usados para su fabricación que indican la existencia de una industria local. El estudio, realizado por la alumna francesa Laure Comeaux, becada en la Universidad de Sevilla por la Escuela Nacional Superior de Química de Rennes (Francia), ha sido coordinado por el catedrático de Química de la Hispalense, José Antonio Odriazola, quien explicó que la investigación rompe con la idea tradic...
Un estudio químico de los pigmentos usados en pinturas murales de Itálica, auspiciado por la Asociación de Amigos del conjunto arqueológico, ha revelado detalles sobre la tecnología y el origen de los materiales usados para su fabricación que indican la existencia de una industria local. El estudio, realizado por la alumna francesa Laure Comeaux, becada en la Universidad de Sevilla por la Escuela Nacional Superior de Química de Rennes (Francia), ha sido coordinado por el catedrático de Química de la Hispalense, José Antonio Odriazola, quien explicó que la investigación rompe con la idea tradicional de Itálica como una ciudad de residencia y sólo comercial al apuntar la existencia de una industria "al menos en su área de influencia".La investigación se ha centrado en los frescos de una casa del siglo II después de Cristo. Odriazola destacó el uso en estos frescos de un color denominado azul egipcio porque fue creado por esta civilización en el tercer milenio antes de Cristo y, tras ser usado por los romanos, desapareció hasta 1889, ya que se trata de un pigmento sintético a base de cobre, probablemente sacado de rocas piríticas de Huelva, cuyo proceso de fabricación no se conoció hasta ese año y hasta 1999 no se supo su estructura completa.
Para el coordinador del estudio, la procedencia del mineral para la obtención del cobre, ya que no usaban bronce sino hierro, cinc y azufre, unido a que su fundido requería una técnica metalúrgica muy "avanzada y fina", pues había que mantener la temperatura entre unos límites muy concretos, implica la existencia de una industria en la zona de influencia de Itálica.