Un desalojo fallido hacia el lugar de la bomba

Un centenar de víctimas y familiares entraron ayer en la sala donde se desarrolla la vista, en silencio y con rostros compungidos, y ocuparon las dos primeras filas del lugar. El forense pronunció un discurso de apertura de la vista en el que destacó la "dimensión internacional" del atentado, al referirse a las dos víctimas españolas, a una inglesa y a dos de la República de Irlanda. Esta vista "no es un juicio ni un proceso civil, sino que tiene forma de proceso de investigación con el objetivo de establecer quién era el muerto, cómo, cuándo y dónde murió". La instrucción, en la que serán lla...

Un centenar de víctimas y familiares entraron ayer en la sala donde se desarrolla la vista, en silencio y con rostros compungidos, y ocuparon las dos primeras filas del lugar. El forense pronunció un discurso de apertura de la vista en el que destacó la "dimensión internacional" del atentado, al referirse a las dos víctimas españolas, a una inglesa y a dos de la República de Irlanda. Esta vista "no es un juicio ni un proceso civil, sino que tiene forma de proceso de investigación con el objetivo de establecer quién era el muerto, cómo, cuándo y dónde murió". La instrucción, en la que serán llamados más de 150 testigos, entre víctimas, agentes de policía, miembros de los servicios de socorro y expertos forenses, tiene por misión "establecer los hechos", declaró John Leckey.En testimonios que perturbaron el ánimo de los familiares, se indicó ayer que la zona de desalojo fue excesivamente reducida dada la información de la que la comisaría de Omagh disponía media hora antes de la explosión.

La policía envió a las víctimas directamente hacia el coche bomba, a pesar de que los avisos del IRA Auténtico sugerían que este presunto punto de seguridad se encontraba a unos 200 metros de la mortal carga. "Me hubiera gustado desalojar toda la calle, pero dar esa orden no era mi trabajo", admitió el agente William Hall.