Cartas al director

Ignorancia y gobierno

He estado viendo una película egipcia, El destino. Trata sobre la vida de Averroes y cómo en la época en que vivió, la intransigencia y la ignorancia de algunos grupos sectarios amenazaban con acabar con el esplendor de la Córdoba del momento y del auge del islam.Sólo me quiero detener en un momento de la película que me interesó. Averrores se dirige a uno de estos sectarios y le dice algo así: "Pero tú, ¿qué sabes de física, de química, de matemáticas, de historia, de política...? ¿Qué sabes del amor, de la amistad...? Tú sabes dos versículos del Corán, los interpretas y crees que pued...

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He estado viendo una película egipcia, El destino. Trata sobre la vida de Averroes y cómo en la época en que vivió, la intransigencia y la ignorancia de algunos grupos sectarios amenazaban con acabar con el esplendor de la Córdoba del momento y del auge del islam.Sólo me quiero detener en un momento de la película que me interesó. Averrores se dirige a uno de estos sectarios y le dice algo así: "Pero tú, ¿qué sabes de física, de química, de matemáticas, de historia, de política...? ¿Qué sabes del amor, de la amistad...? Tú sabes dos versículos del Corán, los interpretas y crees que puedes dirigir y gobernar a los otros".

Fui a ver la película con dos amigos, uno de Argelia y otro de EE UU, y luego comentamos la película y las situaciones de nuestros países que nos resultaban similares a las que mostraba el filme. La incultura puede no ser peligrosa si se mueve en las parcelas privadas en que nos desenvolvemos la mayoría (sobre todo si va acompañada de sentido común). Pero una persona que aspira a dirigir o gobernar a los otros, a llevarlos por el camino correcto, etcétera, no puede permitirse la ignorancia.

Pensar, leer, estudiar, conocer, dialogar, hablar con gente diferente... no son valores a los que demos demasiada importancia en la sociedad actual. Sin embargo, no podemos construir una sociedad sana si al menos quien la dirige, o pretende dirigirla, no tiene estos valores.

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Algunos de los problemas que en mayor o menor medida tienen todos los países: racismo (en todas sus manifestaciones), terrorismo, integrismo... se asientan también en personas de cierta relevancia con discursos marcados por la ignorancia. Por citar algunos ejemplos:

- El discurso: "Nosotros somos diferentes" (igual a superiores) no puede ser coherente sin conocer las diferentes-diferencias. Para ello hay que conocer, dialogar y estudiar.

- Un futuro quizá dirigente mundial puede decir que no sabe nada de la política internacional y que no lee: parece un serio peligro para alguien que debe tomar decisiones de gran trascendencia mundial.

- Las interpretaciones de los libros religiosos sólo podrían hacerse tras leer muchos de ellos, y una persona que lo hiciera reconocería con qué margen de error tan grande se mueve.

Ya que algunos de los que nos gobiernan manifiestan, a veces con orgullo, su ignorancia, deberíamos intentar formarnos mejor nosotros mismos, para poder elegir críticamenie lo que nos conviene y renunciar a las personas que mantienen unos discursos profundamente mediocres y peligrosos.- Nati Redondo. Madrid

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